¿Cuántas veces te has mirado al espejo y has querido salir de casa con las gafas de sol puestas para disimular las ojeras? Posiblemente a todas nos haya pasado alguna vez, especialmente esos días en los que has dormido poco, has bebido en exceso o no has conseguido descansar bien por la noche.
Hay que tener en cuenta que la piel del contorno de los ojos es la más frágil y delicada de la cara, por lo que hay que cuidarla con especial cariño.
Causas de su aparición
Las ojeras son un rasgo mucho más común de lo que pensamos y el resultado de una acumulación de melanina bajo los ojos que en muchos casos va acompañada de inflamación y flacidez. Dependiendo de la persona, las ojeras toman un tono u otro. El más común es el tono azulado-grisáceo, que es el resultado de una mala circulación sanguínea y linfática.
La falta de hierro es uno de los factores que contribuyen a la formación de las ojeras, pues esta deficiencia resulta en una pobre oxigenación de los tejidos, hecho que favorece la creación de coágulos en los vasos sanguíneos que existen en la zona ocular.
En algunas familias, las ojeras son hereditarias: se han ido transmitiendo de generación en generación. Estas personas cuentan, por tanto, con una piel especialmente fina alrededor de los ojos.
Por otro lado, frotarse mucho los ojos irrita la sensible piel que los rodea y puede intensificar las ojeras. Además, los nervios, el estrés y pasar varias horas delante del ordenador carga mucho los ojos y también puede provocar su aparición.
Elimina esas ojeras
Disimularlas o incluso atenuarlas no es tan difícil. Si estás harta de parecer un oso panda, revisa nuestra galería y descubre los cuidados y tratamientos que pueden hacerte parecer más joven y, sobre todo, más despierta.