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¿Sabes qué tipo de piel tienes? Y, más importante todavía, ¿sabes qué necesita? Puede que la primera respuesta la tengas clara: seca, grasa, normal/mixta. Pero la segunda ya es más difícil y, sin embargo, va a ser determinante para elegir el tipo de ingredientes activos que deberían integrar nuestra crema de noche.
¿Cómo reconozco el tipo de piel que tengo?
Solo tienes que lavarte la cara con un limpiador suave (el Hidratante de CeraVe o el Jelly Joker de Geek & Gorgeous pueden ser una buena opción) y el agua ni demasiado fría ni demasiado caliente. Si después notas tu piel tirante, tienes la piel seca; si notas que no está limpia del todo es que es grasa y si la notas bien es que la tienes normal. ¿Fácil no?
¿Cómo sé cuál es la condición de mi piel?
Simplemente tienes que pensar en qué problema o problemas son más evidentes.
- Acné
- Sensibilidad
- Rosácea
- Arrugas
- Textura irregular
- Manchas
Para acertar con tu crema de noche tienes que tener en cuenta estas dos variantes, la primera te servirá para acertar con el tipo de textura de tu crema: más densa si es seca y más ligera si es grasa. La segunda será clave para dar con el tipo de ingredientes que necesitas en tu crema de noche.