El cuello es una de las partes del cuerpo que más delata la edad. Si cuidas tu cara, ¿por qué no prestar atención también a su prolongación? Sí, porque el cuello no deja de ser la continuación del rostro, y sufre como este las arrugas y la flacidez. Incluso más, ya que la piel es muy fina y con tendencia a la deshidratación, ¡contiene 15 veces menos glándulas sebáceas que el rostro!
Si quieres mantener tu cuello joven más tiempo, solo tienes que tener en cuenta estas sencillas recomendaciones, algunas de ellas seguro que ni te las habías planteado.
Prolonga tu limpieza facial
No nos referimos a que te pases más tiempo desmaquillándote, sino a que extiendas también el producto limpiador por el cuello. En esta zona también se acumula suciedad y células muertas, que perjudican el aspecto de tu piel. Cuidado con el agua demasiado caliente, ya que favorece la flacidez.
Usa cosmética específica
Si el descolgamiento es leve, el uso diario de cremas reafirmantes mejora el aspecto considerablemente. Los activos reafirmantes más eficaces son los retinoides (retinol y retinaldehído), el silicio, las proteínas de soja y los pétidos. Si la flacidez es muscular, las cremas son insuficientes y se tendría que recurrir a tratamientos estéticos. Y si el problema es que ya ha hecho acto de presencia la papada (por predisposición familiar o sobrepeso), lo mejor es combinar las cremas con cafeína (activo que reduce la grasa) con aparatología en centros de estética.
El fotoprotector, esencial
Uno de los grandes errores cuando nos ponemos el protector solar en la cara es no bajar las manos hasta el cuello. Y ya hemos comentado que la piel aquí es mucho más fina, por lo que un exceso de sol sin protección propiciará las arrugas verticales. ¡No salgas de casa sin él!
Masajea y recuperarás firmeza
Cuando te apliques la crema, invierte un par de minutos en un pequeño y efectivo masaje. Haz pases rápidos y siempre en sentido ascendente, alternando las manos. Después, pon las manos bajo la barbilla y deslízalas por la mandíbula hasta las sienes tres veces. Por último, da ligeros pellizquitos siguiendo la misma dirección.
Lifting casero con rodillo masajeador
Mientras ves la televisión, activa la circulación con un pequeño rodillo masajeador facial (de venta en centros de estética o grandes superficies). En el mentón, realiza movimientos verticales, arriba y abajo en el cuello e insistiendo bajo la barbilla. En cuello y escote, haz pases en diagonal (cruzados) desde la base del cuello hacia la clavícula con movimientos de ascenso y descenso. También encontrarás sérums que incorporan un roll-on para ejercer un masaje mientras te lo aplicas.
Alíate con el maquillaje
Además de usar tus cremas específicas a diario, puedes disimular la papada incipiente con la ayuda del contouring. Aplica los polvos más oscuros bajo la mandíbula, difuminando hacia el cuello y usa el más claro justo por encima de esta zona para iluminar. Dirige siempre la brocha desde fuera hacia la barbilla.
Evita el "cuello tecnológico"
El uso continuado de teléfonos móviles y tablets nos obliga a tener la cabeza hacia abajo mucho rato, por lo que se favorece la aparición de arrugas en esta zona. A esto se le ha llamado tech neck o cuello tecnológico. Para frenarlas, haz ejercicios de estiramientos de cuello o mantén la cabeza erguida mientras usas tu móvil.
¿Con qué almohada duermes?
A lo mejor ni se te ha pasado por la cabeza, pero piensa que dormir con almohadas muy altas también puede favorecer las arrugas en el cuello por una mala posición de la cabeza.
Y si todavía no han aparecido las arrugas...
Más vale prevenir. No te olvides de hidratar y nutrir el cuello para compensar la falta de agua y lípidos de esta zona. Usa una crema untuosa –pero que no quede pringosa– dos veces al día.