14 errores de belleza que debes evitar si tienes más de 40 años

Una cosa es aparentar la edad que una tiene y otra, muy diferente, que te echen más años por culpa de una base de maquillaje muy oscura o por un moño que creíamos que nos iba a sofisticar el look y ha acabado por hacernos parecer a Mary Poppins. Ni unas mechitas o teñirse de rubia es la solución infalible para rejuvenecer ni un colorete supone buena cara al instante. Todo es cuestión de matices y acertar con el cómo. Porque sí, la aplicación también cuenta. Te contamos cómo corregir los errores más comunes para pasar, al menos visualmente, al club de las treintañeras.

Si todavía no has incorporado los iluminadores a tu neceser, es el momento de hacerlo. A partir de los 40, la piel se va apagando y necesita un aporte de luz extra. Sin excederte y difuminando muy bien, puedes  poner un toque en el centro de la frente y de la barbilla y en el tabique nasal También puedes poner bajo el punto más alto de la ceja, agrandará los ojos; y en la 'V' del labio superior, para realzar la boca. Si no sabes qué formato es el mejor para ti, toma nota de los mejores iluminadores por menos de 20€.

El maquillaje antiedad se basa en usar la cantidad justa y, sobre todo, no excederse con el maquillaje de día. No hace falta recurrir a una paleta con todo el arcoiris para disimular unas arrugas o una cara fatigada. Haz como las celebrities y apuesta por unos tonos nude por el día (rosas, marrones) y deja los colores más intensos para la noche, siguiendo una regla básica: si decides destacar mucho tus ojos con unos smokey eyes, apuesta por un tono  suave para los labios. Y a la inversa, si quieres realzar tu sonrisa con un labial rojo, elige un maquillaje light para tus ojos. Es cuestión de compensar y no echar toda la carne al asador.

Si no dominas la técnica del contouring, puedes marcar excesivamente tus pómulos consiguiendo un efecto todo lo contrario a lo que sería esculpir el rostro. Ante la duda, realza sutilmente tus mejillas con un blush o colorete rosa, que siempre da un toque juvenil y fresco a tu maquillaje. ¿Cómo conseguir ese efecto sonrosado natural? Sonríe y aplícalo con la brocha de forma circular en la zona que más sobresale del pómulo. ¿Sabías que esta zona se conoce también como manzana? Descubre cómo aplicar el colorete según la forma de tu cara.

Las pielecillas en los labios (muy frecuentes en invierno o verano por los contrastes de temperatura) hacen que el labio se vea irregular y descuidado, algo que se hace más evidente si además los maquillas. No te olvides de usar un exfoliante suave una vez a la semana y un bálsamo labial a diario para uniformizar esta delicada zona. Y, sobre todo, a partir de los 40, hidrata muy bien el contorno de los labios para retrasar al máximo la aparición del "código de barras", esas antiestéticas arrugas verticales que delatan el paso del tiempo.

Las bases muy oscuras te hacen parecer mayor y si, además, son muy cubrientes "acartonan" la piel. Lo ideal es una base que sea fluida y que el tono sea muy similar al de tu piel. En las pieles claritas funcionan muy bien las que tiene un matiz rosa o melocotón; y en las que son de un tono medio, las que tienen un subtono beige o algo más dorado. Descubre cómo elegir el tipo de base de maquillaje que mejor te sienta.

La clave está en elegir un tinte con un tono lo más parecido al de tu cabello natural y jugar con un par de tonos arriba o abajo. Si te apetece un cambio, ten en cuenta que los extremos (un moreno intenso o un rubio platino) si ya has pasado de los 40, puede ponerte años. La elección más segura es un castaño cálido o con matices cobres porque rejuvenecen y aportan mucha vitalidad. Por ejemplo las copper lights son las mechas perfectas si tienes el pelo castaño.

Los cortes rectos dan aspecto serio y acentúan mucho los rasgos. Si quieres rejuvenecer tu look, nada mejor que un buen corte a capas. Los mechones laterales de este tipo de corte ayudan a disimular la pérdida de óvalo facial, algo que suele pasar a partir de los 40. Si además se ondula ligeramente la melena, el look ganará en frescura y movimiento.

Hubo un tiempo en que todas las mujeres querían un pelo completamente liso. Afortunadamente, muchas de ellas se han reconciliado con sus rizos –están más de moda que nunca– y el volumen vuelve a cobrar protagonismo. Ni en un caso ni en otro es admisible el encrespado. El pelo electrizado da sensación de cabello descuidado y envejece el look. Para disciplinarlo, nada mejor que hidratarlo a fondo en casa  con gamas específicas anti-frizz (champú, acondicionador y mascarilla) y los tratamientos de queratina en el salón de peluquería. 

Las mechas están muy bien porque iluminan la melena y rompen con el efecto color bloque del pelo, que es poco natural. El problema está en elegirlas bien. Si eres rubia y abusas de las mechas claras, puedes hacer que la melena se vea visualmente gris; y si eres castaña y optas por unas mechas rubias muy contrastadas, el efecto es muy artificial. Una alternativa muy favorecedora: las mechas babylights. Mechas muy finas, algo más claras que el tono base y con las que se consigue el efecto del pelo de los niños cuando les da el sol, de ahí su nombre.

Aportar luz al rostro es un acierto total, pero no se nos puede ir la mano con las sombras de efecto nacarado o con purpurina ni con un maquillaje muy glowy, podría parecer que tenemos un exceso de grasa en el rostro. Para conseguir más luminosidad, aparte de toques estratégicos con el iluminador, también puedes recurrir a prebases con partículas reflejantes de la luz antes de tu base de maquillaje. De esta forma se consigue un juego de luces sin excesos.

Así es, puedes llevar un maquillaje nude, muy natural, que es muy rejuvenecedor, pero sin prescindir de la máscara de pestañas. Los maquilladores profesionales aseguran que es la clave que los ojos parezcan más grandes, para que se sofistique la mirada y, atención, para que se creee un efecto lifting en la mitad superior de la cara. Así que, busca la mejor máscara de pestañas (que alargue y proporcione volumen) y aplica doble capa. 

Estamos acostumbradas a realzar los ojos con un eyeliner o lápiz para agrandar o intensificar la mirada, pero nos olvidamos que las cejas se van despoblando con el paso del tiempo  –unas cejas muy finas o con calvas pone años– y un buen diseño de cejas te ayudará a conseguir un efecto lifting. Por otro lado, los labios se afinan y desdibujan así que no deberías olvidarte de perfilar los labios antes de pintarlos para que se vean más definidos. Dos gestos que, sin lugar a dudas, rejuvenecen.

El pelo demasiado pegado al cráneo da un aspecto serio y cansado que envejece. Si te quieres recoger el pelo, mejor ahuecarlo un poco en la parte superior  para que suavice los rasgos y obtener, de paso, el ansiado efecto lifting. Unos mechones sueltos que enmarquen el rostro acabarán de darle el toque más informal y rejuvenecedor. Un moño messy podría ser una buenísima opción para ti.

Aunque tu cara sea estrecha y tu cara redonda, también puedes encontrar un flequillo que te favorezca. Birkin, cortina, recto, baby bangs... el efecto de todos ellos es rejuvenecedor: equilibra y suaviza los rasgos, y ayuda a disimular las arruguitas de la frente. Si dudas, uno hacia el lado siempre resulta muy favorecedor.