Tortillas de tomatitos y mozzarella

Ingredientes:

8 huevos medianos

12 tomates cherry

2 bolas de mozzarella fresca

Tomillo, perejil y cebollino fresco

Sal y pimienta

Aceite de oliva

El juego que dan las tortillas es infinito. Se puede hacer tortillas con casi cualquier ingrediente. Una forma perfecta de combinar el poder nutritivo del huevo con el plus que le aporte el relleno en cuestión; en este caso, mozzarella fresca y tomatitos cherry. O sea, la típica ensalada caprese, reconvertida en tortilla. Un plato fácil, económico, completísimo e incluso ligero, si optas por una mozzarella light, ¡y para chuparse los dedos!

Cómo realizarlo paso a paso

1. Lava, seca y pica las hierbas aromáticas reservando alguna para decorar.
2. Lava, seca y parte por la mitad los tomates cherry.
3. Escurre las bolas de mozzarella de su líquido de conservación. Corta cada una de ellas en seis láminas y las más grandes por la mitad.
4. Casca y bate dos huevos. Añade una pizca de sal y pimienta y un pellizco de las hierbas picadas.
5. Calienta una sartén, de unos 15 cm, untada con aceite. Vierte el preparado de huevo batido y deja que se cuaje la parte que toca la sartén durante 2 minutos.
6. Reparte sobre la mitad de la tortilla una cuarta parte del queso y tres de los tomates partidos.
7. Finalmente, con ayuda de una espátula de madera, dobla la tortilla, por la parte que no lleva el relleno, cerrándola por la mitad. Como su hicieres un crep.
8. Repite el proceso con el resto de las tortillas. Y, por último, sírvelas decoradas con las hierbas frescas reservadas.

Toques mágicos para un resultado perfecto

Para que las tortillas queden más esponjosas, se baten las claras aparte y se añaden las yemas al final.

Si quieres un sabor más intenso, puedes cambiar la mozzarella por taquitos de un queso más fuerte: un manchego curado o un rulo de cabra, por ejemplo.

Y para que el relleno no quede completamente crudo, una vez completado el paso a paso, haz deslizar la tortilla suavemente de un lado a otro de la sartén durante 1 minuto aproximadamente. Así lograrás que la tortilla no se pegue ni se queme y el relleno, en cambio, se caliente y se cueza un poco.