Con opción light

Macarrones al pesto

Una opción nutritiva y muy equilibrada a base de pasta, gambas y brócoli, que no tiene por qué ser muy pesada si se aligera la salsa con queso light.

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Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

Actualizado a

Receta de macarrones al pesto
Ingredientes:
240 g de macarrones
12 nueces
400 g de gambas
1 ajo
Albahaca
1 brócoli pequeño
2 cucharadas de queso rallado light
1 chorrito de vermú blanco seco
Aceite de oliva
Sal
Pimienta

Uno de los motivos por los que un plato de pasta puede engordar no es la pasta en sí, sino la salsa que la acompaña, que puede ser tanto o más calórica.

En este sentido, la salsa pesto puede ser una de esas bombas calóricas a no ser que la prepares como en esta receta que te proponemos. El secreto para aligerarla es sustituir el clásico queso parmesano por queso light y los piñones por nueces. Y por supuesto, no pasarse con la cantidad de pasta. Unos 60 g por persona.

Así te queda un plato mucho más ligero, sin dejar de ser muy nutritivo al mismo tiempo gracias a la pasta y las gambas. Y por lo tanto, una muy buena opción si buscas una receta equilibrada que te sirva como plato único con todos los nutrientes necesarios: hidratos, proteínas y fibra, junto con las vitaminas y minerales que contienen sus ingredientes.

Cómo realizarlo paso a paso

  1. Cocer el brócoli. Lávalo, sepáralo en ramitos y retira el tronco. Cuécelo en agua salada durante unos 10 minutos y escúrrelo.
  2. Preparar el pesto. Lava la albahaca. Pela el ajo y las nueces. Pica finos los tres y disponlos en el vaso de la batidora. Incorpora 4 cucharadas de aceite y el queso, salpimienta y tritura hasta obtener una salsa fina y homogénea.
  3. Saltear las gambas. Quítales la cáscara, salpimiéntalas y saltéalas durante unos 3 minutos en una sartén con 2 cucharadas de aceite caliente. Luego, vierte el vermú y prosigue la cocción 2 minutos hasta que se evapore el alcohol por completo. Finalmente, retíralas del fuego.
  4. Cocer la pasta. Introduce los macarrones en abundante agua hirviendo y cuécelos según el tiempo que se indique en el envase. Escúrrelos y mézclalos con el brócoli y las gambas.
  5. Emplatar y servir. Para terminar el plato, añade el pesto que has realizado anteriormente, remueve y sirve enseguida.

Truco Clara

El brócoli, al dente también

Para evitar que el brócoli quede muy blando y se deshaga al mezclarlo, puedes cocerlo al vapor. Y sobre todo, no deseches el tallo porque tiene tantos nutrientes como el resto del brócoli y está riquísimo, tanto cocido... como crudo.

Sí, sí, crudo también. Lo único que tienes que hacer es pelarlo, ya que en la parte externa es donde se concentran todas las hebras de fibra que lo hacen difícil de masticar cuando está crudo. En algunas culturas, este tallo se considera un manjar y, como solo hay uno, lo pelan y lo cortan en bastoncitos que se reservan para deleitar a los más pequeños de la casa.

Brócoli, un súper alimento

El brócoli, además, se considera un súper alimento. Aparte de sus vitaminas y minerales, se le reconocen propiedades anticancerígenas gracias a su contenido en sulforafano. Precisamente por eso es más recomendable comerlo crudo o al vapor, ya que al cocerlo se reducen considerablemente los niveles de esta beneficiosa sustancia.