Limpio y organizado

¿Caos en tu bolso? Apúntate al método Marie Kondo

Evita que tu bolso se convierta en un pozo sin fondo y un imán de gérmenes aplicando el método de la autora de 'La magia del orden' para mantener a raya tu amado complemento.

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Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

Actualizado a

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Sé sincera…

¿Sabes decir qué llevas en tu bolso exactamente? ¿Necesitas todo lo que hay dentro? ¿Te cuesta encontrar algo? ¿Tu bolso pesa lo que no está escrito? Si has respondido sí a alguna pregunta quizás sí necesitas seguir los consejos de Marie Kondo…  ¡Y si has respondido que sí a todas, necesitas ponerlos en práctica urgentemente! Tranquila, son más fáciles de lo que imaginas.

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¡Konmari hasta en el bolso!

¡Comprobado! Los trucos de Marie Kondo, experta en orden de fama mundial, tienen vida más allá del armario. Hemos aplicado su método para ordenar el bolso y... ¡funciona!

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Vacíalo diariamente

Sí, sí, como lo lees. Según Marie Kondo, cada día, cuando llegues a casa, saca todo lo que tienes en el bolso, todo…

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Cada cosa en su sitio

Necesitas encontrar un lugar en tu casa donde vaciar tu bolso, y depositar cada cosa en su lugar correspondiente: el móvil, las llaves, pañuelos, monedero, mini neceser…

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¿Qué necesitas realmente?

El quid de la cuestión es que el sitio donde lo deposites sea un lugar donde puedas distinguir claramente lo imprescindible de lo superfluo, y que te permita guardar las cosas de un día para otro.

 

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Muchísimas ventajas

Vaciar tu bolso cada día te puede dar pereza al principio pero tiene mucha ventajas. La principal es que cada día lo llenarás con aquello que es imprescindible, por lo que dejarás de cargar con recibos antiguos, descuentos caducados…Y el exceso de peso en el bolso es una de las causas o agravantes del dolor de espalda. 

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Momento para iniciar el relax

Además, vaciar el bolso al llegar a casa por la tarde, te permite tomar unos minutos para desconectar de tu vida fuera de casa y conectar con tu "yo hogareño". A veces regresamos a casa con las prisas puestas del día a día y nos cuesta relajarnos. Este mini parón para ordenar te ayudará a romper con el frenesí del día a día.

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Cambiarás más de bolso

¡Otra ventaja! Al llenar tu bolso cada día facilita que cambies de modelo a diario -si te apetece- y así no tendrás la sensación de ir siempre con lo mismo. 

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¡Sí a los compartimentos!

Cuando lo vayas a llenar por las mañanas sigue las mismas tácticas que aplicamos para ordenar y doblar la ropa (como por ejemplo, ponerlo todo agrupado y en vertical) al interior del bolso. Los bolsos con bolsillos y separadores son los más recomendables, ya que te permiten tenerlo todo en vertical y a la vista. Y así ya no tienes que rebuscar eternamente en el fondo.

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Organizadores

También son muy útiles los organizadores de bolsos. Se trata de una especie de neceser, con muchos compartimentos, que se introduce en el bolso. Cuando llegues a casa solo tienes que sacar el organizador y guardarlo en el lugar que tengas designado. Lo ideal es que también vacíes el organizador, para asegurarte al día siguiente que solo cargarás con lo que realmente necesites.

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No te olvides de la limpieza

Según algunos estudios, ese amado complemento que llevas colgado de la mano puede acumular más gérmenes que alguno de los sanitarios del cuarto de baño... Así que límpialo por fuera pero, después de vaciarlo, sacúdelo y si es necesario aspira toda la suciedad que se haya ido depositando. Si el forro interior es de tela, puedes limpiarlo con una esponja humedecida con agua y jabón. 

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Si el bolso es de piel

Puedes tratarlo con un producto específico o protegerlo con un poco de betún incoloro como el que se usa para los zapatos o el protector de las tapicerías de piel.

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Sécalo también

Después de limpiar el bolso y antes de guardarlo en su sitio, asegúrate de secarlo bien. Así evitarás la proliferación de hongos y malos olores.

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Aunque es bastante fácil estar hasta el moño de Marie Kondo, la verdad es que los trucos de la autora de "La magia del orden"para organizar el armario van súper bien (y no solo con la ropa del armario). Nosotras hemos aplicado su método a la hora de ordenar el bolso y... ¡funciona!

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  • Vacía y chequea su contenido a diario. Según Marie Kondo, cada día, cuando llegues a casa, saca todo lo que tienes en el bolso. Algo que, además, te ayudará a combatir la clásica pereza de cambiar de bolso y así podrás dejar de usar sieeeeempre el mismo.
  • Habilita un sitio para depositar lo que contiene. Puede ser una caja con compartimentos, un cajón o una simple bandeja. El truco es que sea un sitio que te permita ver de un vistazo qué es lo que realmente necesitas y qué es lo que tienes que desterrar de inmediato.
  • Pon dentro solo lo imprescindible. Cada mañana, mete en el bolso que hayas escogido para ese día lo estricatamente necesario. Es la fórmula infalible para evitar cargar con recibos antiguos, descuentos caducados, pildoras de todo tipo... Ten en cuenta que el exceso de peso en el bolso es una de las causas o agravantes del dolor de espalda.
  • Colócalo todo a la vista y en vertical. La táctica consiste en poner todos los elementos de forma vertical y ordenada, tal y como se hace al doblar la ropa con el método de Marie Kondo. De este modo, cuando abres el bolso ves claramente lo que necesitas sin necesidad de rebuscar horas y horas en un pozo sin fondo.
  • Establece un sitio para cada cosa. Sí a los compartimentos. Los bolsos con este tipo de separadores son los más recomendados para mantener el orden a raya. Si el tuyo no los tiene, puedes crearlos utilizando estuches y neceseres que te ayuden a agrupar los distintos elementos y mantenerlos en vertical.
  • Límpialo regularmente (y nunca lo dejes en el suelo). Te sorprendería la cantidad de gérmenes que puede acumular este complemento aparentemente inofensivo...

Cómo limpiarlo a fondo correctamente

Según algunas estadísticas, el bolso puede acumular más suciedad que el inodoro. Y no nos referimos solo a la parte exterior de este complemento que llevamos colgado del brazo tan ricamente. A menudo lo limpiamos por fuera, y pasamos del resto. Ya sabes: ojos que no ven, suciedad que no se siente...

  • Sacúdelo y aspíralo. Cuando lo vacíes con el método de Marie Kondo, aprovecha para sacudirlo y retirar de su interior todos los restos y partículas de suciedad que haya acumulado a lo largo del día. Si es necesario, utiliza el aspirador.
  • Límpialo adecuadamente. Si el forro interior es de tela, puedes limpiarlo con una esponja ligeramente humedecida con agua y jabón. Y si es de piel, puedes tratarlo con un producto específico o protegerlo con un poco de betún incoloro como el que se usa para los zapatos o el protector de las tapicerías de piel.
  • Sécalo también. Así evitará la proliferación de hongos y malos olores. Después de lavarlo, déjalo abierto en un lugar ventilado, o sécalo rápidamente con ayuda de un secador de pelo.
  • Neutraliza los malos olores. Para hacerlo, puedes usar uno de los productos de limpieza caseros que triunfan en internet: el bicarbonato. Solo tienes que espolvorearlo en su interior, dejarlo actuar unas horas, y luego sacudirlo y aspirarlo para retirarlo.