Sin soltar un euro

8 trucos para que tu wifi vaya más rápido

Para lograr que tu conexión wifi sea más rápida que el rayo no tienes que pagar más, solo poner en práctica estos consejos.

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Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

Actualizado a

¿Tu conexión a internet parece ir a pedales? Aunque es verdad que los megas contratados son uno de los factores que influyen, no es el único. También hay que tener en cuenta la distancia que hay de nuestra casa a la central de ADSL (cuanto más cerca estemos de la central, más rápida será la conexión) o la calidad de la línea de ADSL que tengamos, que tiene un peso más importante que la calidad del propio router.

Sobre estas dos cosas, poco o nada podemos hacer, pero hay otros puntos que afectan a la señal wifi sobre los que sí es posible actuar para conseguir que tu conexión a internet sea más rápida sin tener que pagar más dinero.

1. Dónde colocar el router

Es un factor clave. Lo ideal sería que viviéramos en un único espacio, sin paredes ni puertas que pudieran interponerse en la señal de wifi, pero ese no es el caso de la mayoría. Dentro de las posibilidades de tu casa, procura colocar el router lo más céntrico posible para que pueda emitir la señal con una misma potencia en todas las direcciones. No lo guardes en ningún armario y levántalo del suelo, ya que las señales no pueden atravesar algunos de los materiales que lo componen, como el cemento. Los expertos recomiendan elevarlo al menos medio metro del suelo.

2. Conexión del router

También hay que procurar que el router sea el único elemento conectado a la roseta telefónica ubicada en la pared. Si en la roseta que tenemos conectado el ADSL conectamos también el teléfono, la velocidad del ADSL disminuirá.

3. Aparatos eléctricos

La televisión, el microondas, la nevera, el secador… y en general, todos aquellos aparatos que emiten señales electromagnéticas o que cuentan con un motor pueden interferir la señal de wifi y ralentizarla. Así que dentro de lo posible, procura mantener el router alejado de ellos.

Lo mismo ocurre con superficies metálicas como la de un espejo, con el agua de una pecera o, incluso, unas plantas. Los materiales de construcción también pueden suponer un obstáculo para la señal, por eso es recomendable que alejes el router de los muros gruesos de cemento o de ladrillo.

4. Antenas del router

Si tu router tiene dos antenas exteriores coloca una vertical y otra horizontal, así aumentas la recepción de la señal. Los dispositivos funcionan mejor cuando su antena integrada está en paralelo con el router. El problema viene porque el móvil o la tablet podemos usarlos en distintas posiciones, con lo que la posición de su antena integrada también cambia. Al poner una antena del router vertical y otra horizontal aumentas las posibilidades de que estén en paralelo.

5. Proteger tu red

Cuantos más usuarios haya conectados a una misma red wifi, más despacio irá. Por eso es fundamental que cuentes con una contraseña para evitar a los ladrones de señal y que la cambies de vez en cuando.

Por otro lado, también puedes procurar reducir los dispositivos que tienes conectados a internet. Por ejemplo, si no estás viendo la televisión no necesitas tener encendido el decodificador de televisión. Con solo apagarlo puedes lograr que la conexión a internet de tu ordenador sea bastante más rápida.

6. Cambiar de canal

Aunque muchos lo desconocen, los routers también cuentan con canales. Puede que la lentitud de la que nos quejamos se deba a que sin saberlo estamos compartiendo canal wifi con un vecino. Consulta las instrucciones de tu router para saber cómo debes cambiarlo.

7. Amplificador de la señal

Si tu casa es muy grande o tiene varias plantas, quizá necesites comprar un amplificador de la señal, que puedes conectar a cualquier enchufe. Como su nombre indica, estos aumentan la señal y contribuyen a que llegue a todos los rincones de la casa.

8. Al usar el ordenador

Hay algunos elementos que también pueden ayudarte a mejorar la velocidad, como reducir el número de programas que tienes en marcha al mismo tiempo, limitar el número de programas que se ejecutan al encender el ordenador, desactivar los efectos visuales o reiniciarlo con regularidad.