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20 trucos para tener la casa siempre ordenada

No hace falta ser Marie Kondo para que tu casa luzca limpia y ordenada. Por eso te proponemos 20 trucos más terrenales que harán que tu casa esté limpia y ordenada con poco esfuerzo.

Periodista especializada en belleza y moda

Actualizado a28 de marzo de 2018, 05:00

Antes de irte a dormir

Aprovecha los 5 minutos antes de irte a dormir para ordenar y facilitarte la vida. Consiste en que antes de acostarte prepares la ropa que te vas a poner al día siguiente, las cosas que necesitas llevarte al trabajo, las carteras de los niños, pongas la mesa para el desayuno...

Tira lo que no necesites

Para tener la casa ordenada es necesario tirar todo aquello que no necesitas porque seguro que tu espacio es limitado. Haz “limpieza” regularmente. De igual forma que aprovechas una mudanza para deshacerte de trastos y cachivaches, el cambio de armario o la limpieza de primavera, etc., son buenos momentos para tirar todo aquello que ya no necesitas. Regla número 1: “si algo entra, algo sale”.

Ojos que no ven

Tu casa no solo tiene que estar ordenada, sino que también debe parecerlo. Y no siempre existe una relación directa entre ambas cosas. Vestidores sin puertas, camas sin hacer, estanterías con muchos objetos diferentes… Todo ello contribuye a la sensación de caos aunque en verdad esté todo lo demás ordenado.

Ordena por las mañanas

Vale tanto como para el orden y limpieza del día a día como para limpiezas profundas. Antes de irte por las mañanas, dedica 5 minutos despejar mesas, tirar la basura, quitar la ropa de las sillas, etc. Tu casa estará ordenada sin que te des cuenta. Y si quieres dedicar más horas a limpiar, empieza también a primera hora. Estarás más fresca y lo acabarás todo en un día.

Guárdalo allí donde lo uses

No solo es importante darle a cada cosa su sitio, sino también que ese sitio sea el adecuado. Una de las principales premisas para acertar es que guardemos los diferentes objetos en el lugar donde los usemos. ¿Los niños juegan en el salón? Coloca allí un cesto para que metan los juguetes cuando terminen. Como lo pongas en un armario alto, nunca van a dejarlo allí.

Busca tu método

No te creas a pies juntillas el método de la última gurú del orden que haya publicado libro. Como sucede con las dietas, los sistemas para organizar y ordenar la casa son también personales y lo que a uno puede funcionarle a otro quizá no le sirva. Mejor quédate con los consejos que te veas capaz de aplicar y adáptalos a ti.

Póntelo fácil

No busques sistemas complicados. Si, por ejemplo, decides guardar las facturas en un archivador, ordénalas por años. Establecer un sistema de colores para diferenciar las distintas áreas, adjuntar a cada una el recibo del banco... lo harás dos días.

Mejor paso a paso

Divide cualquier gran proyecto de limpieza en tareas más sencillas y fáciles de alcanzar. Puedes hacerlo habitación por habitación o, dentro de una habitación, una semana el armario, otra la librería, etc. Si cada semana ordenas algo, antes de que te des cuenta, empezarás a ver los resultados. Además, ir paso a paso consigue que sientas que vas cumpliendo mini objetivos, y eso motiva.

Encimeras despejadas

Para ofrecer un aspecto ordenado, una de las cosas que tienen mayor impacto visual es recoger y despejar las superficies horizontales: el suelo, la mesa, la consola de la entrada... En la cocina, es recomendable que no acumules cacharros ni pequeños electrodomésticos sobre la encimera. Solo lo imprescindible.

Antes de ordenar, piensa

Reflexiona sobre las causas que han llevado a que tu casa (o una habitación concreta) esté tan desordenada, qué puedes tirar y qué no, quién usa ese espacio y cuáles son sus hábitos y rutinas... Y estudia cómo hacer que el orden dure tras limpiar.

Implica a los que viven contigo

De poco sirve que te des una paliza ordenando la casa y que idees el más efectivo de los sistemas si después no se lo cuentas al resto. Todos deben contribuir. Por ejemplo, si a los más pequeños les pones perchas a su altura donde puedan dejar el abrigo o la mochila, todo quedará más ordenado. Unas cajas a mano para guardar los juguetes también harán maravillas.

Cuando vas corta de tiempo

No todos los días vas a tener el tiempo para guardar cada cosa en su sitio. Para que esto no dé al traste con el orden en tu casa, una solución es establecer un lugar en cada habitación donde dejar de forma temporal las cosas a la espera de colocarlas. Puedes usar una cesta y guardarla en un cajón cuando esté vacía. Fija un día a la semana poner todo en su sitio.

Ojo con las perchas

Las perchas en la pared pueden ayudar a mantener el orden. Pero si en ellas se acumulan montañas de abrigos, bufandas, bolsos... provocan sensación de caos. Reduce el número de perchas y que sean solo para las prendas de uso frecuente.

Organiza en vertical

La altura de las paredes puede convertirse en uno de nuestros aliados. Puedes recurrir a armarios o estanterías que lleguen hasta el techo o, de no hacerlo, colocar encima de ellos unas cajas o unas cestas. También utilizar muebles con forma de puente, que enmarquen puertas o camas, aprovechando al máximo el espacio. Reserva los espacios altos para cosas que no utilices mucho.

No apiles, ordena

Este problema se da a menudo con el correo. Tras recogerlo del buzón, llegamos a casa y lo dejamos en una mesa diciéndonos que ya lo revisaremos más adelante. Aunque en realidad lo único que hacemos es ir sumándole el correo del día siguiente, y del siguiente...

Pon una papelera en el recibidor

Y antes de soltar el correo, haz ya una primera criba de las cartas que son importantes y lo que únicamente es correo comercial. Una vez a la semana deberías vaciarla.

Etiquetas, sí, si son necesarias

A menudo se recomienda etiquetar las cajas para saber qué es lo que hay en su interior sin tener que abrirlas y cerrarlas para averiguarlo. Hazlo solo si vas a utilizar esas cajas. Escribe en letra grande para verlo bien y, sobre todo, no te compres una máquina específica para hacerlas: aumentarías innecesariamente los trastos que tienes.

Identifica los puntos calientes

Puede ser un rincón de la encimera de la cocina, la entrada, una mesita del salón... En todas las casas hay un punto en el que las cosas tienden a acumularse. Y lo ordenas y a los dos días vuelve a estar lleno de cosas otra vez. Una buena solución es que tomes medidas drásticas y los elimines completamente colocando algo en ellos: una planta, una lámpara…

21 días ordenando

Colgar la ropa, meter los zapatos en el zapatero, clasificar el correo... Son tareas que apenas llevan unos minutos, pero que solemos dejar para más tarde por costumbre. Proponte hacer estas cosas diariamente durante 21 días. Al principio te costará, pero tras este tiempo ya lo habrás consolidado como un hábito y lo harás automáticamente. Nosotras mismas hicimos el reto ordenar como Marie Kondo durante 21 días.

Más cajas no es la solución

Es habitual que al querer ordenar una habitación en lo primero que se piense es en comprar cajas. Eso puede fomentar que acumules en exceso. ¿Las necesitas? Lo primero es desprenderte de todo aquello que no necesitas y después, comprar las cajas. Coloca separadores dentro para que no quede todo amontonado y procura que sean todas parecidas ya que esa homogeneidad transmite sensación de orden.

No se trata de que te pases ordenando todo el día o de que cada sábado montes una operación Marie Kondo en casa. El secreto de una casa ordenada reside en los pequeños hábitos que aplicamos en el día a día. Los trucos para tener la casa la casa ordenada que te hemos planteado en la galería de arriba te ayudarán a optimizar los esfuerzos y a encontrar las rutinas fáciles de orden que mejor se adaptan a tu estilo de vida.

Algunas claves para mantener tu casa ordenada

Tirar. Es la base de todo. Una casa llena de objetos innecesarios es imposible que esté ordenada. La regla del menos es implacable: cuantas menos cosas tengamos, más fácil es ordenarlas. El "si entra algo, sale algo" suele funcionar. Sabemos que suele ser difícil desprenderse de objetos, pero te aseguramos que una vez que empiezas es adictivo. Y, por supuesto, hay cosas que tienen que ir directamente a la basura como cartas poco importantes, bolsas innecesarias, muestras o publicidad.
Cuestión de imagen. No basta con que tu casa esté ordenada y limpia: la madre de todos los trucos de orden es que visualmente parezca ordenada. No dejes la cama sin hacer, electrodomésticos en la encimera, los armarios abiertos o revistas por el sofá. Ojos que no ven, corazón que no siente.
Por la mañana o por la noche. Unos minutos pueden hacer mucho por el orden de tu casa. Aprovecha esos 5 minutos mientras se hace el café por las mañanas o reserva 10 minutos antes de irte a dormir para poner en danza la casa. Dedícalos, sobre todo, a quitar y organizar todo lo visible: abrigos, cosas por encima de la mesa, doblar las mantas, despejar encimeras, colgar todo lo que esté en sillas...

Cajas. Si las utilizas bien, son una maravilla. Una vez que hayas reducido tus objetos al mínimo, tener cajas con organizadores dentro puede ayudar a tenerlo todo súper organizado. También son ideales para dejar los juguetes de los niños. Ponlas a su alcance para que ellos mismos metan todo. Una caja (solo una, ¿eh?) para dejar todo aquello organizaremos después también ayudará a mantener nuestro hogar despejado.
Aprovecha el espacio. Deja en la parte alta de armarios y estanterías todo aquello que uses poco. Sin embargo, ni se te ocurra poner cajas en las zonas de arriba para guardar las cosas del día a día: jamás lo utilizarás y quedará todo por en medio.

Limpieza y orden