¡Acertarás seguro!

Cómo saber si el melón va a salir bueno

Todos los trucos para acertar en la elección y aprovecharlo al máximo.

Melon
foto carme del vado
Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

Actualizado a

Dar con el melón perfecto puede ser más fácil de lo que de entrada podría parecer si sabes cómo elegirlo.

Antes de comprar

Para saber si el melón está en su punto, lo primero que hay que tener en cuenta es su consistencia. Debe ser firme. Sin embargo, al presionar la base (el lado opuesto a la parte por la que está unido a la mata) debe ceder un poco y desprender un ligero olor a melón. Es la señal de que ya está maduro y listo para comer.

La presencia o no de grietas puede ser positivo o negativo dependiendo de la variedad. A más grietas y arrugas, menos concentración de agua, pero más concentración de sabor. Los de piel de sapo, por ejemplo, cuanto más agrietados, más dulces son.

Cómo guardarlo

Si está entero, puedes dejar el melón a temperatura ambiente. Una vez abierto, en cambio, hay que cubrirlo con film de cocina y meterlo en la nevera. No se aconseja guardarlo troceado durante mucho tiempo, ya que la fruta cortada se oxida rápidamente y pierde muchas de sus propiedades beneficiosas.

Sacarle el máximo partido

No te limites a tomarlo como postre. Puedes hacer un gazpacho o una crema de melón, mezclándolo con un poco de pepino y queso fresco. También queda riquísimo en ensalada, con taquitos de jamón y queso feta sobre una base de lechugas variadas. O usarlo como guarnición, tan solo espolvoreado con una pizca de pimienta, acompañando a pollo, pavo o carnes asadas.

Y cómo aprovecharlo si sale verde

Si aun así te ha salido soso, ni se te ocurra deshacerte de él. Un melón soso es el sustituto perfecto del pepino en un gazpacho. También lo puedes convertir en una sopa fría de melón. Elaborar una mermelada junto con kiwi. O realizar un sencillo postre calentando unos trozos de melón con un poco de azúcar y zumo de limón, y sirviéndolo luego en copas con un poco de canela en polvo por encima.

Otra de las frutas veraniegas por excelencia es, sin duda, la sandía. Si te ha salido sosa y no sabes qué hacer con ella, toma nota de estos trucos de experto.