¿Qué es la midorexia?
Tranquila que no se trata de ninguna enfermedad ni trastorno recién descubierto, es una actitud. Sí, esa que tienen muchas mujeres de más de 50 años que han decidido que su edad no es ningún impedimento (¡faltaría más!) para hacer lo que les da la gana. Un buen ejemplo es Madonna, que se viste y hace lo quiere con 59 años, aunque ella lo ha hecho durante toda su vida, claro.
La precursora
Eso de 'midorexia' se lo inventó la periodista británica Shane Watson haciendo un juego de palabras con middle age, es decir, mediana edad, esa en la que supone que están las mujeres de más de 50 años. Y como ejemplo nadie mejor que la gran Sofía Loren. A sus 83 años se sigue poniendo lo que le apetece aunque socialmente no esté bien visto.
Los escotes
A Susan Sarandon le llovieron las críticas por llevar 'demasiado' escote. Ella tiene 71 años y no por eso sus pechos han dejado de existir. Los tiene y si le apetece enseñarlos hace bien. Pocos son los que alzan la voz para criticar lo mismo en una actriz de 20. ¿Por qué a los 70 sí?
Aventureras
Se supone que las midoréxicas tienen comportamientos más propios de mujeres más jóvenes. Y es que en lugar de conformarse con lo que se supone que la vida les reserva a edad, que no se sabe muy bien qué es –¿Qué se queden en casa haciendo punto?– se lanzan a vivir todo tipo de aventuras: viajan, practican deportes de riesgo...
Tipazo
Otra de las características de estas mujeres es que se cuidan mucho. Suelen tener mejor aspecto, incluso, que cuando eran mucho más jóvenes. ¿Y eso tiene algo de malo?
El mito de la belleza
Uno de los peligros de la Midorexia es la obsesión que pueden padecer algunas mujeres por estar siempre perfectas. Pero lo cierto es que ese problema puede afectar a mujeres de todas las edades ya que de nosotras muchas veces se espera justo eso, que estemos guapísimas en cualquier circunstancia.
Se visten como quieren
Jennifer Aniston puede estar rozando los 50 pero se pone lo que le apetece. ¿Por qué no iba a hacerlo? ¿Es que las mujeres de a esa edad tienen prohibido ponerse minifalda? Pues no, sea como sea su físico tienen derecho a enseñar lo que quieran.
Porque yo lo valgo
Incluso a ponerse trajes propios de Lady Gaga. Sí, Frances McDormand bien podría ser midoréxica perdida y ella no se pone ni gota de maquillaje, aunque sí que se atreve con diseños tan curiosos como el que llevó a la última gala del MET.
Vida amorosa
Las mujeres de esta edad hacen lo mismo que los hombres que también rondan los 50. Pueden estar casadas o vivir en pareja y pueden, sí, amigas, echarse un novio mucho más joven que ellas como hizo Demi cuando salía con Ashton Kutcher. ¿Si ellos pueden por qué ellas no?
Poderosas
Otro de los prototipos de mujer midoréxica es Robin Wright. A sus 52 años se ha hecho con el poder de su carrera y protagoniza, ahora ya en solitario, House of Cards demostrando que las mujeres de 50 también mandan y que tienen mucho que ofrecer. Y es que durante mucho tiempo, cuando las actrices llegaban a esta edad, dejaban de ofrecerles papeles importantes.
Están mejor que con 20
Y si no mejor, por lo menos igual. Cindy Crawford ha demostrado en numerosas ocasiones que puede defender perfectamente las mismas prendas ahora que tiene 52 que cuando tenía 25 y se paseaba por las pasarelas de medio mundo. Su peinado tampoco ha cambiado mucho en este tiempo y es que ¿dónde está escrito que haya que pasarse a la media melena o al pixie cuando una cumple años?
Por fuera y por dentro
Pero no solo nos referimos a su aspecto exterior. Las mujeres midoréxicas están mejor por dentro que cuando eran más jóvenes. Ahora han conseguido deshacerse de sus complejos, se aceptan tal y como son y disfrutan de sus rarezas, esas que hasta ahora habían reservado solo para ellas mismas.
Recuperar el tiempo perdido
Y es que durante la etapa anterior de sus vidas, estas mujeres han estado dedicándose a sus familias y a sus carreras profesionales. Ahora se sienten más libres y en muchos casos quieren recuperar todo el tiempo perdido atreviéndose a hacer cosas que antes ni se planteaban.
Piensen lo que piensen
Las mujeres tienen que enfrentarse a grandes retos y muchos impedimentos para lograr sus objetivos en la vida así que es genial que se dejen llevar y sean por fin todo lo libres que quieran. Piensen lo que piensen los demás.
La vida de muchas mujeres siempre ha estado marcada por lo que se supone que debían hacer según iban cumpliendo años. Los 20 eran para estudiar y pasarlo bien, los 30 para formar una familia y los 40 para estabilizarse económica y laboralmente. Pero ¿y a los 50?
Midorexia y mujeres de más de 50
Parece que la sociedad establecía que llegadas a esa edad solo nos quedaba sentarnos a ver la vida desde la barrera, sin mojarnos demasiado. Debíamos vestir de forma discreta y recatada porque ya no estamos para andar enseñando nada, ir de viaje a lugares tranquilos, entregarnos a la práctica del Taichí y de vez en cuando tejer uno o dos jerséis para la familia.
Cada vez hay más mujeres que deciden romper esas cadenas y plantarle cara al sistema establecido reivindicando su libertad y su lugar en el mundo. A esas mujeres que no se conforman con camisas abotonadas hasta el cuello y visitas frecuentes al spa se las ha pasado a denominar midoréxicas. El término lo acuñó la periodista británica Shane Watson haciendo un juego de palabras con middle age (mediana edad) y la terminación que reciben los nombres de algunas enfermedades de tipo mental.
Pero esto no es una enfermedad ni un síndrome, al contrario, puede ser una de las mayores muestras de cordura hasta la fecha.
Un rasgo característico de este tipo de mujeres es su físico. Según esta teoría las mujeres con midorexia se cuidan mucho, entrenan para tener un cuerpo tonificado, se realizan tratamientos de belleza... pero corren el peligro, de obsesionarse con su físico. Algunos ejemplos de famosas que podrían dar el perfil son Robin Wright, Jennifer Lopez, Susan Sarandon o Demi Moore.
Las mujeres, tengan la edad que tengan, tienen todo el derecho a hacer lo que ellas quieran; a comportarse y vestirse como cuando tenían 25, a echarse un novio más joven, hacer un viaje de aventuras o lo que a ellas les plazca. Faltaría más.