La primera regla para vivir menos estresados y con mayor equilibrio mental es no llevarse el trabajo a casa pero ¿y si nuestra casa es nuestro trabajo? Ay, ay, la cosa se complica. Hay quienes llevamos así casi toda nuestra vida laboral y el teletrabajo es nuestro pan de cada día (y nunca mejor dicho), pero el confinamiento y el estado de alarma por el coronavirus ha hecho que ahora el teletrabajo se imponga y se extienda. Y no es tarea fácil, amigas. Me imagino que ya os estaréis percatando de ello.
El teletrabajo puede empezar bien e ir sobre ruedas los primeros días pero pronto empezamos a 'redactar huevos y freír informes'. Sí, real. Todo se mezcla con todo y esto puede acabar con un rendimiento menor en el trabajo, lo que nos generará más ansiedad, y encima podemos acabar contagiando con nuestro mal humor a los que viven con nosotras, lo que tampoco es justo.
Así que tanto si tienes que teletrabajar de modo excepcional durante la cuarentena como si tu rutina de teletrabajo ha cambiado al tener a tu pareja o niños metidos las 24 horas en casa (otra realidad que cae sobre las cabezas de muchísimas de las que tenemos la ofi en nuestro hogar) no dejes de dedicarte ratos y de tratar de desconectar DE VERDAD. El trabajo es el trabajo, nuestras tareas en el hogar son nuestras tareas en el hogar y nuestros momentos son NUESTROS momentos. El día para empezar es hoy.
Además de las reglas básicas del teletrabajo, yo ya he puesto en marcha algunos tips para conseguir desconectar en mi casa que es mi trabajo que funcionan, así que si te sientes identificada y andas perdida ¡sigue leyendo!