Ser feliz

Rafa Santandreu

Ser feliz

Soy psicólogo por la Universidad de Barcelona y me dedico al trabajo con pacientes, a la formación de profesionales de la salud y a la divulgación de la psicología dando conferencias. Soy autor de varios best sellers:“El arte de no amargarse la vida” , "Ser feliz en Alaska" o "Nada es tan terrible". Desde aquí, cada semana responderé a vuestras consultas. ¿Mi objetivo? Que podáis ser felices en cualquier situación, incluso contra viento y marea.Más información sobre mí.

SER FELIZ CON RAFA SANTANDREU

¿Se puede curar el trastorno obsesivo sin medicación?

El psicólogo Rafa Santandreu responde las dudas sobre el trastorno obsesivo apoyándose en la terapia cognitiva conductual.

mujer preocupada cama pijama
rafael santandreu experto
Rafael Santandreu

Psicólogo y autor del libro "Sin Miedo".

Actualizado a

Tengo 27 años y me han diagnosticado trastorno obsesivo, lo estoy pasando fatal. Me han dicho que tengo que medicarme y que siempre tendré que hacerlo. Me siento deprimida, ¿es cierto que no se puede hacer nada? Siempre he sido muy de darle vueltas a las cosas y a veces no he podido dejar de pensar en algo, pero ahora lo veo muy duro, no sé si lo puedo llevar mejor.

El trastorno obsesivo tiene cura y no es necesario medicarse. Vamos a ver primero la diferencia entre un pensamiento obsesivo y un trastorno obsesivo para que entiendas sus diferencias y cómo puedes llevarlo mejor.

¿Qué es el trastorno obsesivo?

Todos tenemos pensamientos obsesivos, es una tendencia mental a preocuparse por algo durante más tiempo o más intensamente de lo que nos gustaría. Nos puede pasar ante decisiones más o menos importantes como comprar un piso o dejar una relación: surgen las dudas de “¿me estoy equivocando? ¿hago bien? ¿qué pasaría si…?” y podemos estar así unos días, dándole vueltas e imaginando lo peor. ¿A quién no le ha pasado esto en algún momento?

El trastorno obsesivo es diferente. Es preocuparse excesivamente por cuestiones cotidianas o pequeños problemas. Las personas que lo sufren son conscientes de ellos y aluden que no son capaces de dejar de pensar en ello. Esta es la característica principal de la obsesión, que aunque yo no quiera viene a mi cabeza, como esa canción que no puedo quitarme de encima. Se vive con mucha angustia, ya que en el fondo la preocupación es por si sucede algo “grave”, como cerrar la puerta del coche (lo grave sería que lo robasen) o comprobar algo una y otra vez (lo grave sería que se me pasara algo por alto). Es como vivir en alerta permanente por cosas que no son tan importantes, intentando tener una sensación de control constante. Vamos, agotador y angustiante.

El foco de la obsesión suele tener que ver con algo que es importante para esa persona. Una de las obsesiones mas frecuentes que he visto en mi experiencia profesional es la de ser homosexual o hacer daño a alguien. Una vez empieza la obsesión, se busca una garantía, una certeza. La obsesión surge siempre como una duda (“¿seré homosexual?¿podría hacerle daño a mi bebé?”) que necesita ser respondida de forma tajante y clara. Con el fin de obtener esa respuesta se empieza un diálogo interno lleno de “y si…” y de evitar cosas por si a caso.

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¿Cómo curar el trastorno obsesivo?

Recuerdo una mujer que se sentía mala madre y no quería quedarse sola con su bebe por si le hacia daño. Pudimos trabajar su creencia y practicamos que se quedara sola con su hijo el tiempo necesario hasta que comprobase ella misma que no pasaba nada de nada.

Esto es importante, ya que en el trastorno obsesivo es fundamental la parte conductual, es decir, poder hacer aquello que se teme: no volver a comprobar el cierre de puertas, relacionarse con otros hombres de forma normal para el que se cuestiona su identidad sexual, estar con sus hijos…es muy eficaz poder diferenciar lo que uno se imagina de lo que pasa.

En el trabajo terapéutico con las obsesiones es fundamental entender que una obsesión es un pensamiento distorsionado, que a veces no tenemos la certeza de las cosas, que hay que aprender a convivir con la incertidumbre y que no controlamos todo lo que pensamos. La mente genera miles y miles de pensamientos a diario. Lo que sí se puede es aprender a manejar estos pensamientos y a darles un valor adecuado.

Con la mujer del bebé, ella aprendió que la diferencia significativa no es lo que se piensa sino cuánto me lo creo. Hay pensamientos que hay que aprender a dejarlos pasar, sólo son ideas, nada más.

A lo largo de mi experiencia clínica he podido comprobar cómo el trastorno obsesivo puede curarse sin medicación y con una buena terapia cognitiva conductual.

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Foto de portada Asdrubal luna vía Unsplash