Tengo que estudiar para los exámenes de septiembre pero, ¡me da un perezón terrible! Solo quiero estar en la playa y con mis amigos, sin embargo, tengo metido en la cabeza constantemente que tengo que hacerlo y lo aplazo un día tras otro. Sé que me va a pillar el toro pero es que no hay manera, ¿qué puedo hacer?
Lo que estás haciendo es lo que los psicólogos llamamos procrastinar o postergar, es decir, aplicar el “mañana empiezo”. El pequeño inconveniente es que ese mañana es un periodo indeterminado de tiempo entre ahora y el último minuto antes de entregar ese trabajo, hacer ese papeleo o, en tu caso, pocos días antes de los exámenes.
La procrastinación sucede cuando lo que tenemos que hacer nos estresa, nos aburre, no nos gusta…y de pronto, cualquier otro plan es mucho mejor. Poner lavadoras, llamar a alguien…es decir se sustituye lo que realmente tenemos que hacer por una tarea más “fácil”. Nos ponemos creativos con tareas sencillas, cualquier cosa menos hacer-lo-que-tengo-que-hacer.
El que aplaza es porque en el fondo cree que sí le dará tiempo, no será la primera vez que entregas un trabajo por los pelos. Pero ojo, tener este hábito influye en el estado de ánimo, fíjate en ti: estas en la playa pensando en lo-que-tienes-que-hacer y, al final, no estás al 100% ni en la playa ni estudiando. En realidad, un rollo y una mala gestión del tiempo.
Cómo dejar de procrastinar
Hay varias técnicas que puedes aplicar, las voy a resumir en tres consejos:
- Empieza hoy. Deja de hacerte horarios o rituales como empezar el lunes. Hoy y ahora es el mejor momento.
- Haz algo que te guste mucho después. Cuando nos cuesta hacer algo, pensar en la recompensa nos motiva.
- Busca un compañero. Aliarse con alguien hace que estemos más predispuestos. Como ir a entrenar con algún colega, es mas difícil decir que no si ya has quedado con alguien.
Todavía estás a tiempo para estudiar un poco cada día y bordar esos exámenes de septiembre. Empieza hoy mismo y di ¡adiós a la procrastinación!