Desde hace unos meses me duele la barriga, he ido al médico, me han hecho pruebas y me dicen que no tengo nada. Como no me fiaba, he ido a pedir otras opiniones médicas y hasta me he hecho pruebas de intolerancia y celiaquía. Todo me sale en orden, pero me sigue doliendo, ¿puede ser algo mental?

Por supuesto que sí. Lo primero que hacemos en consulta cuando hay dolor intenso o un dolor que se mantiene meses es insistir en que se vaya al médico para descartar alguna causa orgánica. Si se ha confirmado que no hay enfermedad, empezamos a enfocarlo desde una perspectiva puramente psicológica, como sería tu caso.

Lo primero que te diría es que dejaras ya mismo de ir a médicos. Para ese periplo de desconfianza porque nadie te dirá nada diferente. Tu cuerpo se queja de una “dolencia” mental. Muchas veces el cuerpo acompaña a nuestra mente. Cuando nos encontramos felices y seguros, normalmente nos sentimos muy potentes físicamente. Si nos sentimos abatidos y tristes, es más fácil sentir cansancio, cierto malestar… De hecho, esta comprobado que el estrés se correlaciona con la bajada de defensas, la aparición de herpes, migrañas… Es decir, se evidencia la máxima “mens sana in corpore sano”. Ponte fuerte psicológicamente, revisa tus miedos, haz terapia y observa tu diálogo interno para averiguar qué te preocupa.

Los dolores digestivos suelen relacionarse con ansiedad y estrés. Puede que estés somatizando, es decir, expresando físicamente algo mental. Te diría que empieces a cuidarte a todos los niveles y que te prepares para un cambio, para aprender a ser feliz y a sentirte segura.

Seguramente con la terapia podrás ver las creencias irracionales que hay también respecto al hecho de sentirse enfermo. La salud es una ventaja, pero no un bien necesario. Hay enfermos muy graves que están serenos y contentos y personas, en cambio, con depresión que están sanas.