Los piojos, esos seres diminutos y en apariencia inofensivos, son capaces de sacarnos de quicio. Durante todos estos años de profesión, me he encontrado infinidad de casos, niños en la mayoría, pero también madres. Y os puedo asegurar que en ese caso el pánico se apodera de nosotras. Una cosa es que los peques tengan piojos y otra muy diferente que los tengamos nosotras.

Un día recibí un mensaje de Cristina, una clienta de confianza que me pedía una cita urgente. La llamé y enseguida reservé un momento para verla. Cuando llegó me apartó a un lado donde no había nadie y me dijo que sus dos niños tenían piojos y que los había llevado a un centro para la desinfección. Pero después de unos días a ella le picaba mucho la cabeza. Al mirar la parte de la nuca y detrás de las orejas, enseguida vi que tenía liendres adheridas a la raíz. Inmediatamente le dije que tenía que hacerse el tratamiento en su casa o que fuera al mismo centro que sus niños. Así lo hizo. En ese momento le di todas las pautas que debía seguir para eliminarlos y lo más importante, para evitar que volvieran a aparecer.

Como Cristina, lo que debes hacer antes de nada es verificar que realmente los tienes. ¡Ojo! Si no tienes, no cometas el error de hacerte el tratamiento por si acaso, ya que solo conseguirás resecar tu cabello y que, cuando lo necesites de verdad, no te funcione.

¿Cómo detectar los piojos?

En los niños, normalmente nos damos cuenta en el momento en el que no paran de rascarse. En ese momento, ya están llenos de liendres y hay que actuar rápidamente. Si es así, avisa a la escuela porque el contagio es muy rápido.

• Exploración. Comprueba detrás de las orejas y nuca. Estos diminutos insectos se sitúan en el cuero cabelludo, donde se alimentan de pequeñas cantidades de sangre, ocasionando un intenso picor. Esas picaduras provocan quemazón e irritación. A estas alturas de la explicación seguro que te pica la cabeza a rabiar. Tranquila, es normal, siempre que se habla de este tema acabamos todas rascándonos la cabeza.
• Proceso de incubación. Los piojos tienen un periodo de incubación de 8 a 10 días. Una vez la cabeza ha sido infestada, la hembra pone sus huevos, que se adhieren al pelo, dejándolos muy cerca de la raíz donde la temperatura es mas cálida para incubar. Tienen un color amarillento o marrón. Después de ese tiempo, nace el piojo. Es fácil de confundir con la caspa, pero en el caso de la larva, esta no se saca fácilmente, ya que queda adherida con fuerza a la raíz del cabello.

¿Qué tratamientos existen?

• Acudir a un centro. Cristina optó por llevar a los niños a un centro específico donde se dedican a desparasitar cabezas. Son muy efectivos e higiénicos. El precio ronda los 35€ por sesión.
• En casa. El método tradicional en casa es el más común. Se compra en farmacia y se suelen eliminar en una sola sesión, aunque a veces es recomendable repetirlo a los 15 días. El kit suele variar de precio y oscila entre los 8€ y los 18€. Si lo haces en casa, tómate tu tiempo, porque después del tratamiento tienes que eliminar todas las liendres que quedan en el cabello con un peine metálico especial para ello. Además, tendrás que desinfectar sábanas, alfombras, cepillos y ropa. Y si tienes alfombras en casa, pasa todos los días la aspiradora y no olvides el sofá donde el niño apoya la cabeza. Un truco para acabar con ellos es meter en una bolsa aquellos objetos que hayan estado expuestos y guardarla en el congelador 2 días.

No debes olvidar que...

• Los piojos no vuelan. Solo se transmiten por contacto de cabeza a cabeza, por gorros, bufandas, toallas, peines, etc. Siempre que sea posible, haz que tus hijos (o tú misma) lleven el pelo corto o recogido.
• A los piojos les gusta el entorno cálido. Por lo que suelen instalarse en la zona de la nuca o detrás de las orejas.
• ¿Por qué es más frecuente en unos que en otros? Te habrás dado cuenta de que hay niños que parecen atraer a los piojos, sin embargo otros nunca los sufren. Esto es debido al pH. Cuanto más ácido es menos riesgo de coger piojos.
• Recuerda que no es un tema de higiene. Se trata de un parásito que vive en los humanos y siempre buscará el modo de sobrevivir.

Mi mejor consejo

Si quieres no volver a padecerlos, una vez a la semana pasa la liendrera por toda la melena, y comprueba cada vez que la pases que no contenga ningún piojo. De este modo, si hay alguno no le darás tiempo a que ponga sus huevas y se vuelva a reproducir.

Dicho esto, se acabaron los piojos para siempre. Somos muchas las que sufrimos esta plaga en colegios, colonias y piscinas. Espero haber resuelto las dudas sobre estos pequeños supervivientes que nos traen a todas de cabeza.