En No te cortes un pelo quisimos celebrar por todo lo alto el 25 aniversario de la Revista Clara y por ello hicimos un concurso donde regalábamos un cambio de look de cabello y maquillaje.

La ganadora

Carla Vera llegó al salón muy ilusionada y algo sorprendida de que hubiese sido ella la afortunada del concurso. Llevaba una larga melena prácticamente toda igualada, con mechas claras de diferentes tonos de rubio y el cabello bastante dañado después de algunos meses sin cortarlo.

Antes de nada debía averiguar qué quería Carla. Lo primero que me dijo es que no le gustaba nada el color que llevaba y, sobre todo, el corte. Le gustaba largo, pero quería cortar un buen trozo para sanearlo, porque lo tenía muy estropeado.

La propuesta de corte

Estaba más que claro que le apetecía llevar el pelo largo, así que le propuse cortar unos cuatro dedos de largo para sanear bien la melena. Además, la escalamos para crear mucho más movimiento. Llevar el pelo tan largo con su densidad de cabello hacía que su melena pesara demasiado y se viera siempre el pelo chafado en la zona superior de la cabeza.

Y sobre el color...

Me dijo que quería algo natural. En los otros salones en los que había estado o se lo habían puesto tan sutil que ni veía el cambio o se habían pasado con unas mechas súper rubias y muy anchas. Aunque Carla me dijo que quizá el problema era que el rubio no le favorecía. Le dije que no tenía razón, el rubio le queda bien, pero no como lo llevaba.

Combinamos dos colores: uno oscuro del mismo tono que la base y unas mechas rubias utilizando una decoloración sin amoniaco y con protección. Utilicé la técnica de balayage con plástico osmótico, como si fuese papel de plata. De esta manera, se consigue que los colores no se mezclen entre ellos a la hora de trabajarlos y se evita que la decoloración coja demasiada temperatura y pueda maltratar el cabello. El matiz acabó de corregir los restos de color anaranjado que nos pudieran quedar.

Para conservar durante más tiempo el color, nada como sellarlo con un tratamiento con un pH ácido. De esta manera nos aseguramos de que no pierda color con los lavados.

4 pasos para conservar el color en casa

1. Los primeros días es mejor lavar el cabello con agua de templada a fría. Evitaremos que los colores se mezclen y acaben ensuciando la mecha.
2. Si tienes un cabello muy poroso y estropeado, lávalo con un tratamiento limpiador reconstructor. En Estados Unidos es muy popular y se conoce como co-wash. Por cierto, no creas que está en mal estado, es que estos champús no hacen nada de espuma. Si no te acaba de convencer, siempre puedes utilizar champú y acondicionador sin sulfatos ni parabenos para cabellos coloreados.
3. Si a pesar de ello tu cabello sigue tirando a colores anaranjados, no dudes en utilizar a diario champús de color lila o azules para corregir esos tonos no deseados.
4. En estos casos es fundamental utilizar una mascarilla reparadora una vez a la semana para mantener el color perfecto.

Sobre el maquillaje

La mezcla de tonos en dorados y granate se funde para dar mucha luz a su mirada. Para sus labios, elegimos un tono malva de la última colección de esta temporada.

El resultado

Su amplia sonrisa lo decía todo. "Me encanta, me encanta...", repetía una y otra vez. Y es que había quedado realmente guapa. ¿Qué os parece a vosotras?

Maquillaje: Eva Mayoral, de Backstage Bcn