Lamentablemente los siniestros de tráfico pueden darse en cualquier momento y en las situaciones más inverosímiles. Por eso es importante que sepas los pasos que hay que seguir. Quien más quien menos, todos los conductores hemos sufrido un accidente de tráfico. Un frenazo brusco que nos hace golpear con el coche de enfrente, un toque al vehículo de atrás al intentar aparcar, un choque en una intersección…
Por todo ello, es importante saber qué hay que hacer tras un siniestro, incluso cuando tan solo ocasione una abolladura en la carrocería.
Obviamente, tendrá mucho que ver si el responsable del incidente eres tú o no, así como la gravedad de los daños causados y la predisposición a llegar a un acuerdo por parte de los implicados.
Así pues, te cuento a continuación lo que debes tener presente tras sufrir un accidente de circulación:
- ¿Hay heridos? En caso de que así sea, hay que prestar a los heridos el auxilio que sea más adecuado y, si es necesario, llamar a los servicios de emergencias. Se debe avisar a la policía si hubiera resultado herida o muerta alguna persona aunque no será necesario en caso de que se hayan producido heridas claramente leves. Ten en cuenta que, si eres la víctima, necesitarás el parte de asistencia médica para poder justificar los daños y reclamar una indemnización a la compañía de seguros del conductor responsable.
- Parte amistoso. Cuando tan solo hay daños materiales o lesiones leves, lo mejor que puedes hacer es tratar de mantener la calma, seas o no culpable del accidente. De este modo, será más fácil que podáis llegar a un acuerdo respecto a la versión del accidente y hacer un parte amistoso. Para ello, podéis utilizar los impresos que las compañías de seguros suelen facilitar, firmarlo y quedaros cada uno con una copia. Esta es la situación óptima porque permite agilizar mucho la gestión del siniestro por parte de las aseguradoras.
- Si no hay acuerdo. Si no hay un entendimiento entre las partes es recomendable llamar a la policía para que acuda al lugar del accidente, establezca las circunstancias en las que se ha producido el siniestro y elaboren el correspondiente atestado. Esto puede hacer que todas las gestiones se retrasen un tiempo, ya que las aseguradoras suelen esperar a que se les remita el informe policial para poder admitir responsabilidades. En caso de que no se llame a la policía y no haya entendimiento entre conductores, es igualmente obligatorio intercambiarse los datos. De ser así, cada implicado dará su versión del accidente a su aseguradora y deberá aportar pruebas y/o testigos que puedan defender su versión. En el supuesto de que la otra parte no quiera facilitarte los datos trata al menos de tomar nota de su matrícula para poder identificarlo después.
Asimismo, en cualquiera de estos escenarios, no olvides comunicar el siniestro a tu compañía de seguros en un plazo máximo de siete días desde el momento del accidente, o bien remitirle el parte amistoso.
Si no hubiera acuerdo entre las aseguradoras en cuanto a la responsabilidad del accidente, la reparación de los daños o la indemnización a recibir, debes saber que dispones de un año para interponer una denuncia (vía penal) o una demanda (vía civil). Aun así, siempre es recomendable contar con el apoyo de un abogado en los conflictos de tráfico, sobre todo si eres la víctima. De este modo, podrás valorar mejor el importe de la indemnización, así como determinar a través de qué vía es preferible reclamar y su viabilidad.