Cuando vamos a vivir de alquiler, el propietario de la vivienda nos entrega las llaves del que será nuestro nuevo hogar. Sin embargo, por cuestiones de seguridad, es conveniente que una de las primeras cosas que hagamos al mudarnos sea cambiar la cerradura por una nueva.

Debes tener en cuenta que, más allá del propietario, los antiguos inquilinos pueden guardar copias de las llaves de esa cerradura y, por tanto, tener un acceso total a tu piso o casa. Por eso, es mejor ser precavidos y prevenir cualquier riesgo.

No es necesario que pidas permiso ni informes a tu casero de que has cambiado la cerradura. Aún así, si quieres evitar malentendidos, es preferible que se lo comuniques para que pueda saberlo. Además, cuanto más cordial sea la relación, mejor para todos.

¿El propietario debe tener una copia de la nueva cerradura?

Debes saber que, con la firma del contrato de alquiler, ese piso pasa a ser exclusivamente para tu uso y disfrute durante el tiempo acordado. Por tanto, no tienes la obligación de darle una copia de la nueva cerradura al propietario.

Asimismo, la Constitución Española declara que el domicilio es inviolable, por lo que si tu casero decidiera entrar en el piso sin tu permiso, incurriría en un delito de allanamiento de morada.

En ese sentido, el Código Penal también dice que el particular que no habite en la vivienda no podrá acceder sin consentimiento expreso.

Así pues, el propietario no tiene ningún derecho a pedirte una copia de las nuevas llaves, entrar al piso sin tu permiso ni cambiar la cerradura por su cuenta.

Eso sí, como inquilino, estás obligado a permitirle el acceso cuando sea necesario realizar reparaciones en la vivienda.

Además, al finalizar el contrato de alquiler, deberás ser tú quien reponga la cerradura original o previo acuerdo con el arrendador dejar la nueva cerradura facilitándole todos los juegos de llaves.