Cada año la misma historia, llega el 31 de diciembre y empiezas a darle vueltas a cómo te ha ido el año. Probablemente habrá cosas que no te gusten y se te ocurrirá la “genial idea” de pensar que tienes que cambiar y que ha llegado el momento de hacer tu lista de buenos propósitos.

ERROR

Ya me perdonarás, pero empezar un año nuevo con una lista infinita de cosas a mejorar y/o evitar no puede traer nada bueno. Y evidentemente, como buen animal de costumbres que eres, estos propósitos no incluirán “aprender a pilotar un avión”, “convertirte en una superestrella de rock” o “casarte con Brad Pitt (ahora que los Brangelina han pasado a la historia)". Los propósitos que tengas en la lista serán un asco.

Empecemos y dime si me equivoco.

1. Empezar una dieta

Esto lo piensas presa del pánico al ver que vas a reventar en cualquier momento. Las comilonas navideñas pasan factura y lo sabemos. Por eso este propósito está siempre en el primer lugar de la lista. Cuando intentas cerrar sin éxito ese vestido que hace una semana te iba perfecto o los jeans de siempre ya no te van, piensas: el día 1 empiezo la dieta. Lo que no sabes es que el día 6 estarás rezando para que tu cuñada aparezca por casa con el roscón de Reyes, a poder ser con nata o crema, que el que tiene solo masa te parece soso.

2. Ir al gimnasio

Te habrás dejado llevar por la típica amiga cachas o el clásico motivado que te sueltan aquello de “Llega un momento en el que necesitas ir al gimnasio, tu cuerpo te lo pide”. ¡Já! Tu cuerpo te pide salsa (para mojar pan en ella) y no vas a castigarlo con clases de nombres impronunciables enfundada en unas mallas y camisetas de licra. Si a pesar de esto te has animado, suerte con ello.

3. Encontrar pareja

Traducción: voy a abrirme Tinder y a ver qué pasa. Me parece muy lícito utilizar este tipo de aplicaciones, pero debes tener en cuenta que a veces puedes sentirte como si jugaras a Pokémon Go! de tanto cazar bichos. En fin, que soltera no se está nada mal (aunque tu abuela, tu madre, tus amigas y tus vecinas cotillas intenten hacerte creer lo contrario), pero si quieres liarte la manta a la cabeza prueba esta aplicación o similares. Y, solo por si acaso, recuerda que hay cosas que NO puedes hacer en una primera cita.

4. Aprender inglés

O francés, o chino, o alemán. La cuestión es empezar el año diciendo que queremos "reciclarnos" y aprender un nuevo idioma. A mí, sinceramente, mientras mi nivel de inglés me dé para pedir manhattans, cosmopolitans y mojitos (con acento cubano, claro), ya me quedo tranquila.

5. Dejar de fumar

Después de sentirte como Bridget Jones y haberte fumado un cartón de tabaco en lo que llevas de Navidad, ha llegado el momento de dejarlo. Obviamente, el listado de propósitos lo estás haciendo con un cigarrillo en la mano, pero ¡qué diablos! aún no estamos en 2018.

6. Cambiar de trabajo

Y como no podía haber un cambio de año sin un cambio de trabajo, lo apuntarás en el último puesto de tu lista. Lo pondrás aquí por si acaso, para que nadie piense que estás mal, que no aguantas a tu jefa o que estás hasta las narices de analizar tendencias de mercado y quieres cambiar. Si alguien te pide explicaciones, dirás que quieres ampliar tus horizontes y que estás pensando en darle un vuelco a tu carrera profesional.

Esto es como cuando compras lotería y crees que te va a tocar, pero no. Seguro que esta lista de propósitos la haces con toda la voluntad del mundo, pero querida, no cumplirás ni uno. En realidad, lo que harías con todos estos propósitos sería mandarlos todos a tomar viento fresco, ponerte las chanclas e irte a México a beber tequila, comer tacos y fumarte un pitillo como recompensa.

Y no pienses que eres la única, aquí estamos todos igual. Yo, para evitar disgustos, empiezo el año con una copa (detrás de otra) y ya voy viendo.