¿Te sientes cansada pero tus analíticas dicen que estás bien de hierro? Aunque siempre le echamos la culpa a él, en las mujeres la anemia más frecuente –y curiosamente, de la que casi seguro que no has oído hablar– es la que provoca la falta de magnesio. La carencia de este mineral también puede explicar tu nerviosismo, ya que el magnesio contribuye a calmar el sistema nervioso y a relajar la musculatura contraída por la tensión. Y su falta puede provocar taquicardias, palpitaciones...
Pasa más de lo que crees
- Cuánto necesitas. Unos 350 mg al día, pero las mujeres solemos estar 100 mg por debajo de esta cifra.
- Por qué nos falta. Porque el aporte de magnesio es proporcional a las calorías consumidas y nosotras acostumbramos a consumir menos de 2.200 kcal/día. También puede deberse a un bajo consumo de vegetales, legumbres, cereales integrales, hortalizas y frutos secos.
- Cultivos empobrecidos. Además, hay menos cantidad de magnesio en los alimentos a causa del empobrecimiento del suelo debido a la agricultura intensiva, o por el proceso de refinado de los cereales.
- Los “ladrones” de magnesio. El estrés contribuye al déficit de magnesio, así como hacer un deporte intenso, tomar diuréticos, complementos de calcio o protectores gástricos. Y también necesitas más si haces dieta y/o has dejado de consumir chocolate negro o frutos secos. También si tu alimentación es rica en azúcares refinados (pasta, arroz o pan) o en carne.
¿TE ESTÁ PASANDO A TI?
Sospecha si... Además de nerviosa e irritable, notas que te tiembla el párpado, tienes vértigos o calambres, duermes peor o notas fragilidad en uñas o pelo. Otros síntomas muy femeninos: puedes tener un síndrome premenstrual caracterizado por dolor de cabeza, ansiedad y retención de líquidos. También puedes tener menstruaciones dolorosas.
Descubre en este post cómo conseguir un mayor aporte de magnesio.