¡sorpresa!

Cosas que provocan mal aliento ¡y que nunca lo hubieras dicho!

¿El café, el perejil, el estrés...? ¡Descubre los factores que pueden influir en tu aliento!

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Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

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Estás hablando con ese chico tan ‘simpático’ del gimnasio, sueltas tu carcajada más seductora cuando... ¡HORROR!, ¿qué es ese olor? OMG, ¡jurarías que proviene de tu boca!Ajá, seamos sinceras, ¿quién no ha vivido algo así? Quizás no ha sido con muscleman, pero seguro que ese episodio con ese ‘alguien’ te enseñó a llevar siempre encima un paquetito de chicles o un kit dental. Quién esté libre de pecado, que tire la primera piedra… ¡o enseñe el minineceser del bolso! Según un estudio de la Federación Española de Sociedades de Sexología, la halitosis es el principal inhibidor físico de la libido (sí, por delante de la falta de erección y de la eyaculación precoz).

Causas del mal aliento

Seguro que en tus momentos de tierra trágame, te has acordado de esas deliciosas gambas al ajillo o de las prisas que te han hecho salir de casa sin lavarte los dientes. El ajo y una mala higiene son traicioneros y pueden acabar apestando a todo aquel al que le diriges la palabra, pero eso ya lo sabías, ¿verdaaad? Sin embargo, hay muchos otros alimentos y hábitos traicioneros que pueden arruinar cualquier conversación y que nunca lo hubiéramos dicho. Hablamos con Raúl Pascual Campanario, odontólogo y experto de Doctoralia, para que nos cuente qué puede estar detrás de ese hedor…

  • Más allá de la boca. “Hay muchas personas que sufren de halitosis o mal aliento y acuden a la consulta con preocupación y dudas, y lo primero que hay que tener en cuenta es que en muchas ocasiones SÍ tiene origen bucal, pero hay un pequeño porcentaje en el que la causa se esconde detrás de problemas estomacales u otros”, explica el doctor Pascual.
  • La lengua. La fuente de ese hedor desagradable puede ser una señora, muy señoreada que siempre va en coche y siempre va mojada... ¡Sí, la lengua! Un estudio publicado en Journal of Clinical Periodontology afirma que ésta es la principal culpable del mal aliento. Cepíllala con un raspador de lengua plano. Efectivamente, no basta con cepillarse los dientes. Psst, psst, tampoco te olvides del hilo dental.
  • Boca seca. La falta de saliva hace que se acumulen células muertas en la boca y aparezcan las bacterias. De ahí que al despertarte o después de hacer deporte tu aliento sea tan 'fuerte'. ¿La solución? Hidrátate. Bebe agua y, si no te entra, prepárate un té o un zumo. Aquí tienes más trucos para beber más agua sin darte cuenta.
  • El ajo. Debido a los componentes sulfurosos volátiles que contiene, es uno de los alimentos con más mala -y apestosa– fama (y no solo entre los vampiros…). Ya sabes lo que toca, ¿eliminarlo de tu dieta? No, ¡es rico en antioxidantes! Mejor neutraliza su efecto con otros alimentos que te ayuden a tener un aliento fresco.
  • Grasas. Los alimentos ricos en grasas también producen mal aliento. Esto se debe a que provocan digestiones pesadas. Si como la cantante, tú tampoco te has podido resistir a la tentación, aquí tienes algunos de los remedios naturales más potentes para tener un aliento fresco: masticar perejil, la canela, la lima, una infusión de menta o té verde.
  • Fumar. Hay mil y un motivos para dejar de una vez por todas de fumar. Y el riesgo de convertirte en un cenicero andante que apesta a su paso es otro. Y es que el humo afecta el flujo de saliva, lo que provoca sequedad bucal. Además, los químicos nocivos de los cigarros provocan una falta de oxigenación de las encías, lo que se traduce en mayor riesgo de sufrir gingivitis.
  • Problemas respiratorios. Si estás resfriada o sufres alergias o sinusitis, puede que te 'cante' el aliento. Esto se debe a que tus senos nasales producen más moco y flemas, que atraen a las bacterias y que, cuando llegan a la garganta, provocan el mal olor. Así que cuidado con los estornudos que te producen el gato de tu nuevo ligue...
  • Estrés. Ese informe urgente, llevar a Lucas al partido de fútbol, recoger el coche del taller, comprarle a tu madre el regalo de cumpleaños, hacer la compra semanal... Si el estrés te sale por las orejas... ¡puede que por tu boca esté saliendo un hedor! Esto se debe a que las glándulas salivales ante situaciones de estrés o ansiedad, provocan una disminución de la secreción salival, algo que, como ya hemos visto, llama a las bacterias, ergo, al mal aliento.
  • Café. Pese a la creencia popular, el café NO provoca mal aliento, ¡al contrario! Como lo lees, esta bebida no solo nos salva de acabar durmiendo a pierna suelta en las reuniones de los lunes a primera hora, además es infalible contra las bacterias que pueden estar detrás de la halitosis, así lo afirma una investigación de la Universidad de Tel Aviv (Israel). Coffee lover, ¿te hemos alegrado el día? Pues aquí tienes más beneficios del café...
  • Prótesis. Tal y como explica Raúl Pascual Campanario, odontólogo y experto de Doctoralia: “Cuando el origen del mal aliento está en la cavidad oral, suele deberse a prótesis mal ajustadas, como carillas o coronas, a través de las cuales se filtran bacterias y restos alimenticios”.
  • Asuntos internos. “El periodonto es otro posible origen bucal del mal aliento. Éste es el tejido que soporta y rodea al diente. Si se acumula sarro, se inflamará la encía y se provocará el olor desagradable”, advierte el odontólogo.

¿Cómo quitar el mal aliento?

  • Chicles de xilitol. Este problema está mucho más extendido de lo que te imaginas. Cuatro de cada diez personas sufre mal aliento. Y, para combatirlo, uno de los trucos más populares es... ¡el chicle!: “Opta por los de xilitol y que no tienen azúcar, que ayudan a reducir el pH ácido que se produce tras las comidas. Además, poseen una función de barrido mecánico que limpia también los dientes”, aconseja Pascual.
  • Cambiar el cepillo de dientes. No vamos a decirte que te tienes que lavar los dientes después de cada comida y que es recomendable utilizar un enjuague bucal, pero sí vamos a preguntarte cuándo fue la última vez que cambiaste tu cepillo de dientes. Si llevas más de tres meses con el mismo, ¡ERROR! Estamos hablando de uno de los rincones favoritos de las bacterias.
  • Consultar al dentista. Quizás lo que tu boca te está pidiendo es una simple limpieza, una más a fondo o curetaje, o sea una señal de algo peor... “Si se trata del periodonto, lo mejor es realizar una limpieza bucal o, en casos más graves, un curetaje, que es como una limpieza pero en profundidad, con anestesia y por cuadrantes para eliminar el sarro que está por debajo de la encía y que con una limpieza convencional no se puede eliminar”, asegura Pascual.

Por María Gijón Moreno