¿Es un cólico o algo más grave?

Dolor de riñones, ¿a qué se puede deber?

Hay varias causas que pueden producir un dolor renal y es importante que acudas al especialista para que haga un buen diagnóstico

dolor de riñones

Actualizado a

Si te duelen los riñones, puedes pensar que es simplemente un dolor de lumbar, pero puede estar provocado por otras causas. Puede aparecer como una molestia en un solo lado, en la zona lumbar e, incluso, en la parte superior del abdomen o en el costado. Es importante acudir a un especialista para concretar la razón de por qué sufrimos este problema, ya que es fácil confundir los síntomas. Por ejemplo, a veces podemos pensar que se trata de algo grave y el origen es muscular, sobre todo, si se calma con el reposo o con el estiramiento. En cambio, si solo se alivia con medicación, lo más probable es que la causa esté en alguna afección del riñón.

La doctora Marta López Tomás, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y e-Health Medical Manager de Cigna España nos aclara todas las dudas acerca de qué puede producir un dolor en los riñones.

colico nefritico

Artículo relacionado

dolor insoportable

Cólico nefrítico: no confundas sus síntomas con un dolor de espalda

Laura Pérez Llorca

Causas del dolor en los riñones

Si bien será el médico quien diagnostique a qué puede deberse un dolor de riñones, estos síntomas te pueden dar pistas sobre el origen:

  • Cólico renal. La causa más habitual por la que nos pueden dolor los riñones es por la existencia de cálculos renales, más conocidos como piedras en el riñón o cólico nefrítico. Se suelen producir por acumulación de minerales que se retienen en el riñón. Los cólicos nefríticos, derivados de la existencia de cálculos renales, tienen una sintomatología particular. La existencia de piedras en los riñones o litiasis renales producen mareos, náuseas, vómitos, sangre en la orina, fiebre, etc. además del fuerte dolor que se produce en los riñones por la obstrucción del uréter.
  • ​Infección en las vías urinarias. La razón más habitual es debido a bacterias que ascienden al riñón y que provienen del tracto urinario inferior. Pueden aparecer otros síntomas como fiebre, hematuria (sangre en la orina) e incluso, vómitos. Las mujeres son más propensas a este tipo de dolencias.
  • Lumbalgia. Muchas personas también confunden el dolor de riñones con la lumbalgia, el dolor en la parte baja de la espalda. Esta patología suele tener un origen muscular debido, por ejemplo, a malas posturas, movimientos repetitivos o traumatismos. Sin embargo, también puede darse a la inversa, es decir, que una enfermedad renal, como el cólico nefrítico, produzca dolores reflejos en la espalda, especialmente en la zona lumbar, o dolores en el músculo piramidal y la cadera.
  • Otras causas. Otras causas menos comunes de problemas en los riñones son el cáncer de riñón, la lesión renal aguda (LRA), que se produce cuando los riñones dejan de funcionar repentinamente, o el síndrome nefrótico que avisa de que los riñones no funcionan como deberían.

Dolor de riñones: Síntomas de alarma

Prestar atención a los síntomas que acompañan al dolor también puede orientar al especialista sobre cuál puede ser la razón del problema. Por ejemplo, se sabe que los cólicos nefríticos suelen acompañarse de vómitos, sangre en la orina, e incluso, fiebre. Otras patologías suelen dar la cara con otras señales de alarma. Por ejemplo:

Por ello, es importante acudir a un médico lo antes posible para que realice las pruebas pertinentes y aclare de qué patología se trata.

¿Cómo se tratan los problemas de riñones?

Dependerá de la causa que provoca el dolor. Por ejemplo, si se trata de un cólico se recomienda beber líquido, controlar del dolor a con analgésicos y antinflamatorios y, en caso de ser necesario, se usará un catéter. Si además hay infección se añadirá antibiótico al tratamiento.

La insuficiencia renal aguda se trata con diálisis, en el caso de que se trate de cáncer renal se usará quimioterapia o tratamientos especializados.

La importancia de un buen diagnóstico

  • Análisis de sangre y orina. Cuando se llega el hospital con un fuerte dolor en la zona de los riñones lo primero que se realizará será un análisis de sangre y orina para saber si se trata de un cólico u otra patología. Dependiendo de los resultados y la aparición de determinadas sustancias en la orina, el especialista podrá determinar de qué problema se trata.

  • Radiografía. Otra de las pruebas habituales que se hacen cuando un paciente acude a un centro médico por un dolor de riñones es una radiografía para determinar el grado de inflamación o una ecografía en la que se verá si hay cálculos (habitual en los cólicos por piedras en el riñón).
  • Mas pruebas de imagen. Dependiendo de los resultados, se valorará realizar pruebas complementarias como puede ser la ureterografía intravenosa, que permite ver el recorrido de la vía urinaria desde el riñón hasta la uretra, o una tomografía axial computadorizada (TAC).

Así debes cuidar tus riñones

Aunque no todas las enfermedades renales se pueden prevenir, sí puedes adoptar algunos hábitos para cuidar al máximo la salud renal:

  1. Ojo con las proteínas. Las dietas hiperproteicas, sin asesoramiento de un nutricionista y sin ninguna justificación fuerzan los riñones y empeoran su salud.
  2. Menos grasas malas. Todo aquello que daña tu sistema circulatorio, causa daños en el corazón y los riñones. Por tanto, equilibra tu dieta, aumenta el consumo de grasas buenas y limita al máximo alimentos como los fritos y ultraprocesados.
  3. No abuses de los fármacos. Aunque no pasa nada si te los tomas cuando te duele mucho la cabeza o por la menstruación, no puedes abusar de medicamentos tan comunes como los antiinflamatorios como un ibuprofeno puesto que generan toxicidad y los riñones se resienten.
  4. Controla tu peso. Influye en la salud renal. Según la Sociedad Española de Nefrología, el sobrepeso y la obesidad causan enfermedades como la diabetes e hipertensión que, a su vez, dañan los riñones.
  5. No descuides tu salud bucodental. Enfermedades como la periodontitis liberan sustancias que perjudican al riñón. De hecho, pueden duplicar el riesgo de enfermedad renal.