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12 hábitos fáciles para ser más feliz

La felicidad se puede trabajar, solo es cuestión de incorporar pequeños hábitos en tu día a día que te ayuden a sentirte mejor y a conseguir las metas que deseas.

Directora de Estrategia Digital

Actualizado a11 de febrero de 2019, 16:24

No te reprimas tus pensamientos negativos

Para ser más feliz es fundamental saber gestionar tus pensamientos. Si te empeñas en reprimir los negativos lo único que conseguirás es obsesionarte con lo que intentas evitar. Así lo demuestran estudios realizados por psicólogos de Nueva York. Para alejar los pensamientos negativos resulta más ventajoso buscar formas de distraerte, concentrarte en el trabajo o compartir el tiempo con las personas que quieres.

Si algo te preocupa, escribe sobre ello

Richard Wiseman, autor del libro 59 segundos. Piensa un poco para cambiar el mundo, apuesta por la “escritura expresiva”, un método muy eficaz para ser más feliz. Los efectos de escribir sobre los pensamientos y sentimientos que nos abaten se reflejan rápidamente en nuestro estado de ánimo. Escribir invita a crear una estructura que da sentido a lo sucedido y va hacia una solución

No te acostumbres a lo que tienes, valóralo

Si escuchamos un sonido de forma constante dejamos de percibirlo. Lo mismo ocurre con las cosas de nuestra vida que valen la pena: con el tiempo dejamos de verlas. Esa invisibilidad se vuelve peligrosa para nuestro ánimo cuando ya solo te fijas en las cosas negativas. Para combatir esta dinámica dedica cinco minutos a la semana a pensar en las cosas que hacen mejor tu vida. Es suficiente para aumentar tu nivel de optimismo.

Interésate por los demás

El gurú de la autoayuda Dale Carnegie mantiene que una forma de incrementar la popularidad es expresar un interés genuino por los demás. Se consiguen más amigos así en dos meses que intentando veinte años que los demás se interesen por ti.

Recicla la energía de los malos rollos

Ante una situación dolorosa, intenta reconvertir la rabia e impotencia en energía positiva. Pregúntate, ¿puede ayudarme esta experiencia a ser más fuerte?, ¿a apreciar lo que no valoro?, ¿a convertirme en mejor persona?

No compres tanto, vive y comparte más

Disfrutar de experiencias hace a la gente más feliz que comprar objetos. La explicación está en que nuestra mente distorsiona los momentos vividos, olvidando lo negativo y resaltando lo positivo. De los viajes, por ejemplo, no recordamos ni el cansancio, ni los mosquitos. Por el contrario, los productos que tanto nos pueden atraer en un momento tienden a perder su atractivo con el tiempo. Además, las experiencias suelen compartirse.

Gestos que dan felicidad

Sonreímos cuando estamos contentos, pero también estamos más contentos porque sonreímos, y así lo han demostrado varios estudios. Mantener una sonrisa sincera entre 15 y 30 segundos es suficiente para modificar de forma positiva nuestras emociones. Igualmente, andar relajadamente, haciendo oscilar más los brazos, enfatizar el movimiento de las manos al hablar o asentir con más frecuencia al escuchar son gestos que te ayudarán a cambiar tu estado de ánimo.

Desenmascara a los mentirosos

Para mantenerte a salvo de mentirosos existen trucos. Sospecha de quien se pierda en detalles innecesarios, vacila e intenta evitar las referencias a él mismo. Si necesitas una garantía, intenta que esa persona se comunique contigo vía mail. Mentimos un 20% menos por correo electrónico que en las llamadas telefónicas. A las palabras se las lleva el viento pero al papel impreso, no.

Cambia cosas en tu vida

Hay dos tipos de cambios en nuestras vidas: circunstanciales (tienen que ver más con cambios generales que con nuestra participación) e intencionados (aquellos que requieren un esfuerzo por nuestra parte). Lograr los segundos da una satisfacción más grande y duradera. Es una magnífica inversión empezar nuevos pasatiempos, proyectos o aprender un nuevo deporte.

Escúchate y hallarás la solución

Nuestro consciente es como una persona ruidosa que no nos deja escuchar nuestro yo interior. Y a menudo es ahí donde encontramos las soluciones. Para dar voz a tu interior, intenta encontrar ratos de relax para permitir que tu cerebro encuentre nuevas conexiones.

No hay meta demasiado lejana

La eficacia de cualquier plan se basa en saber dividirlo en pequeños objetivos que hagan abarcable el proyecto. Si debes afrontar una tarea que te parece abrumadora piensa en dedicarle “solo unos minutos”. Cuando el miedo, la pereza o la responsabilidad nos paralizan es la mejor estrategia, pues no solo nos ayuda a ponernos en marcha, sino que lo más probable es que, una vez puestos, le dediquemos bastante más que ese tiempo.

Mírate con los ojos del otro

Aunque una de las bases del pensamiento positivo para ser más feliz es visualizar la meta, quien se ve dando los pasos para lograr el objetivo tienen más probabilidades de éxito que los que se limitan a fantasear. Y si te ves a través de los ojos de los demás tienes más probabilidad de éxito.

Creemos erróneamente que la felicidad está por llegar. "Seré feliz cuando encuentre pareja", "sería más feliz si cobrase un sueldo mayor", "si no me pasara esto, sería más feliz", estos y otros pensamientos son comunes cuando reflexionamos sobre nuestro bienestar. No vamos a caer en el tópico de decir que la felicidad está compuesta de pequeños momentos —que quizás sí— sino que te vamos a explicar en la galería de arriba cuáles son los cambios, según el psicólogo Richard Wiseman, que puedes aplicar desde ya en tu día a día para sentirte mejor e intentar ser un poquito más feliz.

"La felicidad no surge del éxito. En realidad, es su causa" Richard Wiseman

Pequeños hábitos que ayudan

Malos momentos y pensamientos negativos van a haber siempre, no se trata de bloquear todo lo triste de tu vida. Lo importante es aprender a alejarlos. Busca maneras de distraerte cuando las sombras aparezcan.

Sonríe más, de verdad. Mantener una sonrisa durante 15 o 30 segundos ayuda a modificar nuestras emociones.

Hablar sobre lo que nos preocupa es importante, pero lo que es efectivo de verdad es ponerlo sobre papel. El acto de escribir hace que estructuremos nuestros pensamientos y demos con la solución de un conflicto casi sin quererlo.

Es importante forzar pequeños cambios en nuestra vida. Nos ayudan a sentirnos vivas y, además, a vivir nuevas experiencias. Aprende un nuevo idioma, practica un hobby diferente o simplemente escucha música a la que no estás acostumbrada. Todo ayuda.

Cuando un problema, una tarea o un objetivo se te haga cuesta arriba, fracciona por mini objetivos y asígnales un tiempo. Así conseguimos que cualquier proyecto sea abarcable.

Ser más feliz con lo que se tiene

Es importante valorar lo que ya tienes, que seguro que es mucho. Dedica cinco minutos a la semana a pensar en las cosas buenas: familiares, amigos, trabajo, aptitudes... Seguro que en todos los ámbitos de tu vida hay algo que merece la pena. Es una técnica infalible para aumentar tus niveles de optimismo.

Comprar no va a hacerte más feliz, pero tener más experiencias vitales, sí. Además, las experiencias suelen compartirse, mientras que la compra de objetos suele ser un gesto individual que tiende a distanciarnos y aislarnos de nuestros amigos.

Hay muchas cosas que tu subconsciente ya sabe, pero que no quieres escuchar. El ruido exterior hace que no nos paremos a sentir qué está diciendo nuestro interior, y allí es donde podemos encontrar la verdad o la solución a muchos problemas que nos agobian.

Convierte la energía negativa de las cosas que te pasan que no te gustan en soluciones positivas. O al menos, en aprendizajes. Cuando piensas que cuando algo malo te sucede es terrible, intenta darle la vuelta y apuntar tres cosas positivas sobre la situación. Te dará la fuerza necesaria para sobreponerte.

El psicólogo Rafael Santandreu nos enseña semanalmente en su blog consejos para ser más felices. ¡Síguelo!

Ansiedad y estrés