El verano y las largas jornadas de playa están ya a la vuelta de la esquina, por lo que se acerca esa época del año en la que exponemos nuestro cuerpo al sol de una manera prolongada. Es un momento para disfrutar y ponerse morena, pero siempre con precaución. El 38% de los españoles desconoce todavía que una excesiva exposición al sol puede causar graves lesiones en la piel. La clave para evitarlas, y mantener las arrugas y las manchas a raya, es la prevención. En nuestra galería puedes encontrar el mejor protector solar facial, corporal y capilar para tu piel.
Una de las cosas que puedes ir haciendo desde ya mismo es preparar tu piel para la temporada de verano. Si te quieres poner morena sin correr riesgos y conseguir un tono dorado y uniforme, puedes activar la melanina en tu cuerpo con lociones que tienes que ponerte unos días antes de la primera exposición solar. También hay algunos alimentos, como los cítricos o las zanahorias, y productos, como mascarillas o cremas, que te ayudarán a empezar a preparar tu cuerpo para tantas horas de sol.
Usar un buen protector solar es una cuestión de salud
Pero, por encima de todo, ten en mente que lo más importante es escoger un buen protector solar, porque te permite evitar manchas y quemaduras y ayuda a prevenir el cáncer de piel. En España, la incidencia de cáncer de piel ha crecido cerca de un 40% en los últimos años, así que utilizar una buena crema protectora y evitar las quemaduras se ha convertido en una obligación y una cuestión de salud.
Aunque esté nublado, si vas a la playa, recuerda que siempre tienes que usar protección, ya que los rayos ultravioleta son más tenues pero te puedes quemar igualmente. En esta misma línea, no olvides que, aunque en temporada de verano es cuando más riesgo hay de quemarse, los rayos del sol atraviesan las nubes, los cristales de las ventanas y los del coche, por lo que que en invierno también es importante que estés protegida frente al sol.
EN QUÉ ME TENGO QUE FIJAR
Factor de Protección Solar. Cuando vayas a escoger un protector solar, tienes que estar atenta al índice protector, que debería ser superior a 30, aunque esto siempre depende de tu fototipo de piel. Ojo, porque usar un protector solar alto no es garantía de que no te vayas a quemar: tienes que aplicarlo bien y de manera continuada mientras estés expuesta al sol.
Rayos UVA. Recuerda también fijarte en que las letras UVA (los rayos que nos afectan aunque no haya un sol fuerte y que son responsables del fotoenvejecimiento) del envase estén rodeadas con un círculo. Si es así, esto significa que esa crema protectora sigue las recomendaciones de la Unión Europea en cuanto a la protección frente a radiación UVA.
Tipo de piel. Ten en cuenta el tipo de piel que tienes y qué es lo que debes aportarle cuando escoges un protector solar. Hazte la pregunta: ¿debería aportar hidratación, ser hipoalergénico, antimanchas...? Esto puedes valorarlo tú misma, pero es más recomendable buscar el consejo de un dermatólogo.
FALSOS MITOS
- "Me sirve el del año pasado". Eso es un error. Si están abiertos, los productos cosméticos, al igual que los medicamentos, pierden eficacia, por lo que es importante que te compres un protector solar nuevo para este verano.
- "Dentro del agua estoy a salvo". Al contrario, el agua refleja los rayos del sol y hasta un metro debajo de esta se recibe el 100% de las radiaciones. Si te pasas todo el día en la playa, estar dentro del agua no reduce el riesgo de quemadura.
- "El pelo no hace falta protegerlo". El spray capilar evita que tu cabello se dañe y actúa sobre el cuero cabelludo, que también se puede quemar. Si tienes la raya del pelo muy abierta, es especialmente importante que tengas en cuenta esto.
SOLARES: MANUAL DE USO
- ¿Qué cantidad? Para todo el cuerpo, la cantidad de crema que tienes que usar es similar al tamaño de una pelota de golf. Si es por zonas (cara, brazo, pierna), entonces hay que usar el equivalente a una moneda de 2 euros u 8 pulverizaciones con una crema en spray.
- ¿Cuándo se aplica? Nada de ponerse la crema protectora una vez que estás en la playa. Intenta ponértela siempre, como mínimo, 30 minutos antes de que te dé el sol, y repite la aplicación cada 2 horas mientras estés expuesta a él. Recuerda que es muy importante también repetir la operación después de cada baño.