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Prepara tu piel para conseguir el bronceado perfecto

¿Quieres ponerte morena, pero sin correr riesgos? Empieza a preparar tu piel con los primeros rayos de sol y conseguirás un tono saludable y uniforme.

Carme del Vado

Redactora Jefe de CLARA.

Actualizado a17 de abril de 2017, 05:00

Exfoliación suave

Obtendrás un bronceado uniforme si te exfolias previamente para eliminar impurezas. Fíjate en que el exfoliante sea de gránulos muy finos y aplícalo con un masaje circular suave para no agredir la piel.

Exfoliante de cara y cuerpo con microesferas biodegradables Bio Peel, de +Farma Dorsch, 22,50€.

Fuera impurezas con arcilla

Las mascarillas de arcilla son ideales para renovar la epidermis de las pieles sensibles y grasas, porque no se fricciona la piel. Se deja actuar sobre la piel humedecida hasta que se seca, se espera unos minutos... y al retirar el producto con agua templada la piel queda lisa y suave, preparada para un bronceado uniforme.

Mascarilla facial exfoliante con algas rojas Mascarilla con Arcillas Puras, de L'Oréal Paris, 9,95€.

Reafirma la piel

Si reafirmas tu piel a diario tras la ducha, la reforzarás y será más resistente a la hora de tomar el sol. Aplícala con un masaje ascendente empezando por los tobillos.

Loción corporal reafirmante Uplifted+, de la gama DermaSpa, de Dove, 4,25€.

Los omega, un escudo para tu piel

¿Quieres mantener el manto protector de tu piel bien hidratado y reforzado? Incluye los omega 3 y 6 en tu dieta. Una de las maneras más fáciles es añadiendo nueces y un chorrito de aceite de oliva virgen a tus ensaladas.

Mejora la calidad de tu bronceado

Los complementos dietéticos también te pueden ayudar a preparar tu piel para un bronceado más sano y bonito. Incluso si no eres muy amante del sol, los hay que, gracias a su contenido en carotenoides, ayudan a potenciar un tono bronceado durante todo el año sin necesidad de exponerse a los rayos solares.

Oenobiol Autobronceador, 30 cápsulas, 21,07€.

Stop rojeces

Hay nutricosméticos que ayudan a reducir la intolerancia al sol, por lo que resultan ideales para las pieles muy sensibles. Tomando una cápsula al día por la mañana durante al menos un mes antes de exponerte al sol, se mejora considerablemente la tolerancia a este.

Sensibilidad Solar, de Innéov, 30 cápsulas, 21,07€.

Evita las lámparas de rayos UVA

Existe la falsa creencia de que las máquinas de rayos UVA refuerzan y preparan la piel para las jornadas playeras del verano. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Quienes acuden con frecuencia a los centros de bronceado acumulan los efectos negativos de la radiación y perjudican seriamente su piel. Prescinde de estas máquinas y cuida tu piel siempre con fotoprotector.

Estimula la melanina

Si quieres adquirir un tono dorado de forma rápida y segura, hay lociones activadoras del bronceado que, aplicadas unos días antes de la exposición solar, ayudan a potenciar la melanina. Eso sí, este producto no sustituye al fotoprotector. Este sigue siendo imprescindible.

Crema para cara y cuerpo Before Sun Rapid Bronz, de Laboratorios Vital Plus Active, 9,90€.

Estiramientos para fortalecer tu piel

Así es, los estiramientos, al mejorar la salud celular de la piel, la hacen más resistente. Si no eres amante del deporte, puedes practicar yoga o pilates. En cualquiera de estas dos actividades físicas se practican muchos estiramientos... que además son beneficiosos para regular nuestra respiración y mejorar nuestra postura. Todo son beneficios.

Bienvenidas mascarillas

Con el buen tiempo estamos más al aire libre y nuestra piel se reseca más. Para que tu bronceado no se vea cuarteado y evitar que tu piel se pele, refuerza la hidratación con una mascarilla semanal. Las hay también con ingredientes antiedad y proluminosidad que permiten que el bronceado tenga un tono más saludable.

Mascarilla antiedad Masque Multi-Régénérant, de Clarins, 70€.

Crema de día con fotoprotección

Ahora que tu piel se expone más que nunca (terracitas, paseos...), deberías decantarte por una crema facial antiedad que contenga factor de protección solar alto (mínimo FPS 30). Así, cuando uses tu fotoprotector en verano, tu piel habrá estado cuidada y protegida previamente, por lo que reaccionará mejor a la exposición solar.

Regenerist Crema de Día 3 Áreas FPS 30, de Olay, 33,75€.

Mejora las defensas de tu piel con sérum

Si usas un sérum antes de tu crema facial de día, tu cara estará súper preparada hasta el momento en que tengas que usar el fotoprotector. Si pasas mucho tiempo al aire libre, los activos concentrados en el sérum (coenzima Q10, tocoferol, té verde, reverastrol, etc.) actuarán como un escudo protector y ayudarán a frenar las arrugas provocadas por el sol.

El sérum Ultimune Power Infusing Concentrate, de Shiseido (99€), es capaz de activar el poder de autodefensa de la piel frente a las agresiones externas, como los rayos UV, gracias a su exclusiva fórmula.

Sí, ya lo sabemos. Llegas a la playa y te gustaría lucir ya un bonito tono de piel bronceado. Te recordamos que no lo vas a conseguir poniéndote el primer día horas y horas bajo el sol, por mucha protección solar que te pongas. Si quieres que el bronceado sea uniforme, bonito y duradero, esta es la época ideal para preparar la piel. No solo conseguirás un tono dorado más rápido, sino que podrás presumir de bronceado durante todo el verano y, lo más importante, sin dañar la piel. Ayúdate desde dentro y desde fuera para reforzarla.

Desde dentro

Aumenta las defensas de tu organismo... y de tu piel. En tu nevera no pueden faltar cítricos (kiwi, naranja, fresa), muy ricos en vitamina C.
Propicia el bronceado. Hazlo con alimentos que contengan betacarotenos, que son precursores de la vitamina A (espinacas, zanahoria, pimiento).
Refuerza tu epidermis. Te ayudarán los ácidos grasos omega 3 y 6. Estos forman parte del manto protector de la piel y mantienen el agua en su interior. Los encontrarás en el pescado azul, los frutos secos (sobre todo, las nueces) y el aceite de oliva.
Bebe más de 1,5 l de agua al día. Porque el agua es la que va a llegar a las capas más profundas de la piel y mantendrá tu piel hidratada y tersa.
Un plus: los complementos dietéticos. Si tu piel es muy clara, hay complementos dietéticos (cápsulas solares que potencian el bronceado, al mismo tiempo que refuerzan la piel). Incluso los hay específicos para las pieles sensibles más vulnerables a los rayos ultravioleta y que suelen sufrir erupciones o alergias solares.

Desde fuera

Renueva tu piel con exfoliación. No es que el peeling te ayude a que te broncees más rápido, pero sí te proporciona un tono más luminoso y uniforme, porque elimina las células muertas de la piel y las impurezas. Pero ¡ojo!, cada vez que te exfolias "adelgazas" la epidermis y la dejas más vulnerable, por lo que no lo hagas el mismo día que vas a tomar el sol. Basta una vez a la semana.
Arcillas y barros. Es otra de las opciones –muy de moda– a la hora de eliminar las impurezas de la piel. Es ideal para las pieles grasas y las más delicadas, porque su textura cremosa no "rasca", sino que atrapa las células muertas por absorción. La mascarilla se aplica sobre la piel humedecida, se deja endurecer y se aclara con abundante agua tibia.
Crema corporal a diario. Después de la ducha, no olvides usar siempre tu body-milk o aceite y mucho mejor si es reafirmante, ya que estimula la formación de colágeno y elastina. Estas dos proteínas harán que tu piel resista mejor los rayos de sol.
Mascarillas hidratantes. Refuerza tu hidratación facial con una mascarilla a la semana que contenga glicerina, algas o ácido hialurónico, el activo hidratante por excelencia. Y si tu tono es apagado, potencia su luminosidad con una mascarilla iluminadora.
Activa la melanina. Hay lociones activadoras del bronceado que, aplicadas unos días antes de la primera exposición solar, ayudan a potenciar la melanina, pigmento responsable del tono moreno.
Frena las arrugas. Las cremas antiedad con factor de protección solar usadas a diario son la mejor opción para preparar tu piel hasta que recurras a los fotoprotectores en playa, montaña o piscina. Si pasas mucho tiempo al aire libre, lo ideal es ponerte antes de la crema, por la mañana, un sérum antioxidante. Actuará como un escudo frente a la contaminación ambiental.
Haz estiramientos. ¿Para qué? Te estarás preguntando. Si eres de las que no los hace antes o después de practicar ejercicio, deberías saber que además de ayudar a prevenir contracturas o agujetas, liberan de la tensión y el estrés, lo que mejora la salud celular de tu piel y la hace más resistente.