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Minispa anticallos
Las callosidades son más fáciles de prevenir que de tratar. Por eso es bueno que dos o tres veces por semana al final de tu ducha matinal, te deshagas de la piel muerta después de que el agua la haya ablandado. Frótala suavemente con una piedra pómez o una lima adecuada.
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Retirar el esmalte y limar las uñas
Haz el limado en la misma dirección, hasta que el largo sobrepase unos milímetros de la yema de los dedos. Redondea los bordes de la uña para que no se claven y se formen uñeros.
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Protege las uñas antes de pintarlas
Pásales un algodón con quitaesmaltes. Aplica la base protectora y la primera capa de esmalte con 3 pinceladas (una en el centro y otra a cada lado). Déjala secar 5 min y aplica la segunda capa y el brillo.
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¿Los vas a poner al sol?
Si vas a ponerte sandalias o vas a ir a la playa o la piscina, recuerda que la crema de protección solar debe llegar a todos los rincones de tu cuerpo, incluidos los pies (por arriba, por abajo y entre los dedos). Para que te sea cómodo, usa un protector de textura seca que se absorba rápido, así el pie no te resbalará en el zapato.
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Evitar infecciones
Si no estás en casa, usa zapatillas o chanclas en el baño. Tampoco las olvides cuando uses las duchas de lugares públicos como playas o piscinas. ¡La salud de tus pies te lo agradecerá!
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“Vístelos” con cariño
Al cumplir los 50 años se calcula que habrás andado tanto como para haber dado la vuelta al mundo tres veces, así que imagina lo importante que es llevar un buen calzado. Los zapatos ideales deben ser cómodos, con una suela que absorba bien el impacto contra el suelo, que sujeten bien el pie y que no te rocen. Preferiblemente, deberían ser de piel, para que el pie transpire bien, y con un tacón que no supere los 4-5 cm.
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“Desperézalos”
Antes de saltar de la cama estira todo tu cuerpo, brazos, piernas y hasta la punta de los dedos. Y, además, siéntate en el borde de la cama, da a tus pies un minimasaje en la planta durante unos minutos presionando una pelota de tenis con el pie y moviéndola arriba y abajo. Así estimularás la circulación.
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¡A la ducha!
No olvides enjabonarlos bien, insistiendo entre los dedos. Tras el aclarado, sécalos con mimo haciendo hincapié (nunca mejor dicho) en el espacio entre los dedos. Cuando estén bien secos, hidrátalos con cremas que incorporen principios como urea o ácido láctico.
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¡Pero evita el agua caliente!
Así como los baños muy prolongados porque los deshidratan más. Si están hinchados, alterna agua fría y templada.
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Ablandar la piel y retirar las cutículas
Aprovecha el momento de la ducha para "ablandar" la piel de tus pies y retirar las cutículas. También puedes poner los pies en agua tibia con jabón neutro o sales de baño durante al menos 5 min. Saca un pie del agua, empuja hacia atrás las cutículas con el palito de naranjo y córtalas si es necesario. Repite con el otro pie.
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Uñas bien recortadas
Es mejor que las cortes después de la ducha porque estarán más blandas. Usa un cortaúñas de pies para hacerlo, ya que el corte es más limpio. No las dejes demasiado cortas y dales forma recta, para evitar que puedan encarnarse.
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Su “desayuno” ideal
Alrededor de una cuarta parte de los huesos del cuerpo se ubican en los pies. Y para protegerlos contra las fracturas, necesitan buenas dosis de calcio. Puedes fortalecerlos con alimentos ricos en este mineral como los lácteos o las almendras pero también con un batido verde de col kale o berros, una tostada con sardinillas en aceite, etc.
Ideas para tomar más calcio.
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Pedicura fuera de casa
Háztela en lugares acreditados, donde se esterilice correctamente el material para cada uso (asegúrate de que abran el paquete delante de ti).
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Y el próximo mes con CLARA...
¡Llévate con tu Revista Clara esta lima eléctrica para presumir de pies este verano!
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Nos pasa a todas, llega el buen tiempo y nos entran las prisas por lucir piernas, pies y escote. Ya te contamos hace un tiempo cómo lucir un escote bonito y te chivamos los mitos sobre la (tan socorrida) depilación con cuchilla. Y hoy le toca el turno a los pies.
Queridos y odiados a partes iguales, son una de las zonas de nuestro cuerpo que más descuidada tenemos en invierno y que más enseñamos en verano. Para que esta contradicción no te pase factura, hemos recopilado en la galería una serie de 14 trucos para que lucir unos pies bonitos no sea una misión imposible. Y es que, ¿cómo si no vas a llevar tus sandalias favoritas de la temporada?
Además de estos consejos, no debes olvidar que tus pies merecen unos cuidados básicos sea cual sea la época del año.
A cada problema, su solución
- Secos y con durezas. Se nota sobre todo en los talones (más blancos y gruesos por la acumulación de células muertas). Hidrátalos con crema para pies (mejor de noche, para que la crema no active la sudoración).
- Sudor excesivo y mal olor. Afecta a 1 de cada 4 personas. Para combatirlo, lava los pies a diario y usa un antitranspirante, disminuye la secreción de sudor y contiene antisépticos que destruyen las bacterias que lo descomponen. Ponlo también en el interior de los zapatos.
- Con ampollas. Se forman por la fricción y la presión con la superficie dura de los zapatos. Para prevenirlas, protege antes las posibles zonas de roce con un apósito. Si ya se han formado, cúbrelas con apósitos (uno diario) hasta que se sequen por sí mismas. No las revientes porque se pueden infectar.
- Hongos. Si tienes tendencia a padecerlos, lava los pies a diario con un jabón antiséptico y sécalos muy bien, especialmente entre los dedos. Para evitar los contagios, no compartas la toalla y ponte siempre las sandalias de baño en los lugares públicos. Si han afectado a las uñas, hay que usar un producto específico durante al menos 4 semanas.
Automasaje para los pies hinchados y cansados
- En la parte superior. Coloca los pulgares sobre el empeine y los otros dedos sujetando la base. Recorre suavemente con los pulgares el espacio entre los huesos de los dedos hasta el tobillo.
- En la planta. Coloca los pulgares bajo los dedos y masajea en movimientos circulares hacia el talón. En el arco haz más presión con los pulgares para destensar. Termina estirando y masajeando los dedos uno a uno.
Evitar la retención de líquidos y aumentar la flexibilidad de tus pies
¡Muévelos! Aprovecha si estás en la playa y camina descalza por la arena y el mar. Esto ayudará además a ablandar las durezas. Si eres más de piscina, ponte en el borde, túmbate boca abajo y patalea con los pies sin sacarlos del agua. Prueba también a trazar círculos en el aire lentamente durante un minuto y repite en sentido contrario.