Un producto caducará antes que otro en función de los principios activos y conservantes de su formulación. Pero también cuenta su presentación: no es lo mismo un tarro de crema, en el que metemos los dedos, que un tubo o spray, que preservan el contacto del producto con el exterior.
PAO, la fecha orientativa
Aún no existe una ley que obligue a las firmas cosméticas a indicar la fecha de caducidad de un producto. Sin embargo, hay un dato orientativo que nos puede resultar muy útil, el PAO. El PAO (period after opening) indica el tiempo en el que un cosmético puede ser usado de forma segura tras haber sido abierto. Aparece en los envases con el dibujo de un tarro, en el que se indica el número de meses (6M, 12M).
La fecha de caducidad en cambio se refiere al límite de tiempo que dispone el consumidor para utilizar el producto desde la fecha de fabricación (no de su apertura).
La cuenta atrás de la vida de un cosmético empieza justo cuando lo abres. Te recomendamos que no uses varios a la vez aunque tengas ganas de probar la última novedad, termina primero el producto que hayas empezado. Si dudas, prescinde de él. La textura, olor y color del cosmético nos darán muchas pistas sobre su estado (mira el recuadro).
Un cosmético te durará más si...
- Cierras bien el envase ya que el aire contamina y reseca. Si puedes, elige cremas en envases air-less (tubos, dosificadores).
- Evitas la exposición a la luz. No importa que esta sea natural o artificial. El calor, además de la humedad, son los grandes enemigos de los cosméticos.
- No tocas con las manos. La higiene es fundamental. Si usas tarros, es mejor usar una espátula para no contaminar la crema.
- No lo compartes. Y no solo porque los gastes tú sola, sino porque hay productos, como los labiales, que son más propensos al contagio de bacterias. Si los compartes, es posible que se estropeen antes y que tengas que desecharlos
- Guardas los solares en neceser. La arena, el sol o el agua alteran su eficacia protectora, ¡protégelos!
¡Lo he usado caducado!
Según la sensibilidad de la piel, las reacciones más comunes son sufrir picor, escozor, rojeces... y, en casos extremos, quemaduras, si es un protector solar el que está caducado. Aun así, muchas reacciones pueden no deberse a la caducidad del producto. Por ejemplo, alguna afección en los ojos puede aparecer no porque el contorno de ojos esté caducado, sino por tocar los ojos con las uñas pintadas. El problema estaría en algunos conservantes de los esmaltes.
La cosmética para piel sensible
Igual que la de bebés, la cosmética para pieles sensibles tiene una fecha de caducidad inferior a otros cosméticos. Están formuladas con principios activos muy suaves y sus conservantes y excipientes son los más tolerables, pero suelen durar menos. En estos casos, se recomienda tener muy en cuenta el PAO para no correr riesgos de reacciones adversas.
Conservantes, ¿sí o no?
Hemos oído hablar mucho de lo perjudiciales que pueden resultar los conservantes, como los parabenos. Pero depende de la cantidad utilizada y el tipo de piel que los recibe. Manuel López, de Pierre Fabre, aclara que “los parabenos son buenos conservantes, al igual que el geraniol o el limoniol, pero no para las pieles muy sensibles. En estos casos hay que buscar fórmulas con menos conservantes”.
¿Y qué pasa con el perfume?
Más que caducar, hay una fecha recomendable de uso, nos aclara Gregorio Solà, perfumista de Puig. "Al pulsar el vaporizador o abrir el perfume, introducimos aire en el interior del envase y se inicia la oxidación de los ingredientes de la fragancia”, nos explica el experto. La duración aproximada es de 5 años, "siempre que se conserve en unas condiciones de temperatura ambiente y luz normales, y que los ingredientes no sean especialmente delicados”.
Las fragancias se pueden mantener con sus cualidades intactas mucho tiempo si se guardan a temperatura baja (4-8 ºC) y alejadas de la luz. De hecho, en muchos casos no se indica un PAO porque, al llevar alcohol, no tienen riesgo de contaminación microbiológica.