Soluciones de emergencia para pequeños imprevistos de belleza

Es la ley de Murphy. Basta que tengas una comida familiar o hayas quedado con las compañeras del trabajo y desees causar buena impresión para que surja de repente algo que desmonte tu look. Sea cual sea el contratiempo, no pongas el grito en el cielo. Tenemos soluciones para todos esos pequeños imprevistos.

"Me ha salido un granito inoportuno"

Si no dispones de tiempo, no lo toques, aplica un poco de hielo envuelto en un pañuelo para bajar la inflamación y, después, un stick o lápiz de cuidado localizado para problemas de acné (de venta en farmacias). Este seca, sanea y "desincrusta" el granito. Puedes repetir la aplicación dos o tres veces al día. Si la cita es inminente, para camuflarlo urgentemente, usa un corrector verde y aplica después base de maquillaje.

"La resaca me ha dejado el cutis fatal... ¡y tengo otra comida!"

En estas fechas no pueden faltar en tu casa las ampollas con efecto flash. Actúan como un lifting, ya que ayudan a tensar temporalmente la piel, y suele durar hasta 8 horas. Una ampollita antes del maquillaje hará milagros. Y para acabar de "levantar el look" y decirle no a la resaca, devuelve el frescor a tu rostro con una capa doble de máscara de pestañas (se verán los ojos más grandes) y un colorete y un labial rosa en cualquiera de sus variantes (coral, fucsia, rosa clarito), ya que este color tiene un efecto revitalizador inmediato.

"Pero, ¿dónde voy yo con estas ojeras?"

Si es un problema puntual de cansancio y no son persistentes (en ese caso deberías ir al médico para descartar cualquier problema de salud), la solución es sencilla: lo mejor es aplicar una gasa con agua termal fría durante 5 minutos para descongestionar la zona. Y para disimular las manchas oscuras bajo el ojo, dar unos toques de corrector con pigmentos beige o amarillo antes de la base de maquillaje.

"Con las prisas, me he manchado el párpado con la máscara de pestañas"

Reprime tu impulso de frotar la mancha inmediatamente o echarás a perder todo el maquillaje. Deja que la máscara se seque sobre la piel y, una vez seca, ráscala suavemente con la uña. Se desprenderá fácilmente. Y para evitar que te vuelva a pasar, recuerda entrecerrar un poco el ojo antes de aplicarte la máscara. De esta forma las pestañas no rozarán la piel del párpado.

"Se me notan las raíces, pero no puedo pasarme por la pelu"

Tienes un par de opciones para salir del paso. Puedes peinarte con la raya en zigzag y cardar ligeramente la raíz. Así la parte del cabello más próxima al cuero cabelludo quedará más disimulada. O bien puedes hacerte una coleta y con una brocha aplicarte polvos compactos o sombra de ojos del tono más parecido a tu pelo por todo el contorno, que es donde se verá la raíz. Funciona muy bien si las raíces son incipientes ¡y no eres rubia!

"Tendría que lavarme el pelo, pero no me da tiempo"

Los champús en seco son un invento de primera para situaciones de emergencia. Solo tienes que pulverizar a unos 20-30 cm de distancia (en el flequillo, si es lo único que tienes más graso, o por toda la cabeza). Después solo has de mover con los dedos para que se reparta bien el champú, esperar un par de minutos y cepillar para retirar cualquier resto de producto. El pelo recobra brillo y volumen al instante y te ahorrarás el tiempo de lavar y secar.

"Se me ha desplazado la barra de labios"

Borra el exceso con la ayuda de un bastoncillo de algodón mojado previamente en agua micelar. Y para que no se repita: acuérdate de delinear el labio con un perfilador de mina dura (no graso), y "rellena" después con el color, sin pasarte de la línea trazada. También puedes probar las prebases labiales. Aplicadas antes de pasar el labial, hidratan a fondo y ayudan a fijar la barra de labios.

"Acabo de maquillarme y ya empiezan a salirme brillos"

Para acabar rápido con el problema son muy útiles los papelitos absorbentes, que se parecen a los de fumar (de venta en perfumerías). Pero si te ocurre con mucha frecuencia, a lo mejor tienes que cambiar de crema y usar una hidratante más fluida o una directamente con efecto matificante. También iría muy bien que acabaras tu maquillaje con una pasada de polvos traslúcidos, que ayudan a fijarlo durante más tiempo y a eliminar brillos.

"Me he estropeado el esmalte de uñas"

El remedio depende de la gravedad de la “catástrofe”. Si es en una uña y apenas es perceptible, dale una pincelada –escurriendo muy bien el pincel– con el mismo color de esmalte para disimularlo. Si al mirar tus manos, ves que el esmalte ha saltado aquí y allá, es mejor que elimines la laca de todas las uñas y que para no emplear demasiado tiempo con una nueva manicura te limites a aplicarles una capa de brillo.

"Se me ha cuarteado el maquillaje"

Los maquilladores profesionales aconsejan aplicar agua termal en un tissue y apretar suavemente sobre el rostro para hidratarlo. Es como si lloviera en un terreno cuarteado y seco. Después, aplica una gota de iluminador en la palma, frota ambas manos y pásalas sobre el rostro. Las grietas habrán desaparecido y tu maquillaje volverá a estar uniforme.

"Calentura en el labio... ¡y se nota mucho!"

Sobre todo no te apliques maquillaje directamente sobre la calentura. Hay unos parches redonditos y transparentes de venta en farmacias que, una vez aplicados, sí que permiten usar la barra de labios sobre ellos y disimular la calentura.

"Me ha entrado jabón en los ojos y los tengo rojos"

Algo que también suele suceder cuando se pasa muchas horas frente al ordenador. En estos casos, unas gotitas de colirio blanqueador obra milagros. Es un secreto a voces entre los maquilladores, que también suelen perfilar el párpado inferior con un lápiz blanco para disimular la rojez y agrandar la mirada.